Vivimos en una era en la que pareciera que cada vez es menor el esfuerzo y empeño que se pone en las cosas que hacemos. Lamentablemente acomodarnos al menor esfuerzo no es tan difícil, pero más allá de ser responsables, considero que es la pasión que nos despierta cada una de las cosas que hacemos, la que verdaderamente nos lleva a donde queremos.
La pasión es lo que nos hace existir, eso que nos motiva a hacer algo, a convertir lo imposible en real, a conseguir ese pequeño detalle que nadie más ve, ese hermoso deseo de hacer, pero hacer bien, ese sentido de pertenencia que tenemos por algo en particular. Si lo que hacemos no nos apasiona, no tiene ningún sentido, porque por más esfuerzo y tiempo que dediquemos, el resultado no será el mejor. Mas bien, si aquello que nos apasiona pareciera ser insólito, lo sería aún más el hecho de no hacerlo.
Una vez que experimentamos pasión por algo, es como que en nosotros se activara una chispa que enciende el motor de la determinación, y ese sentir se vuelve fascinante. En nuestra vida siempre habrá algo que nos apasione, y si es que hasta el momento no lo hemos encontrado, debemos salir a su encuentro, no podemos permitirnos simplemente sentarnos a esperar.
Por ejemplo, al enfrentarnos a emprendimiento, el proceso puede tornarse difícil, arduo e incierto, por lo que debemos ser perseverantes y no desistir. El camino no es claro, y posiblemente vamos a fallar, pero en vez de renunciar, nos daremos cuenta de las cosas que debemos enmendar y lo haremos con osadía.
Si amamos que sea con pasión, si trabajamos, hagámoslo en lo que nos apasiona; si pintamos, bailamos o escribimos, pongámosle pasión; si practicamos algún deporte, seamos apasionados, no olvidemos que la pasión es la energía de nuestra vida, que en todo lo que la inyectemos nos dará felicidad.
Durante nuestra vida tendemos a hacer muchas cosas por compromiso, por miedo a opiniones de otras personas y son cosas que no nos motivan, o simplemente no nos gustan. Pero, ¿qué ocurre cuando hacemos algo que realmente nos apasiona? Hacer algo que nos encanta, que nos motiva, que nos emociona, nos hace sonreír y nos llena de energía, entonces, ¿por qué no buscar lo que en verdad nos apasiona?
Una de las preguntas recurrentes es ¿es este el trabajo que realmente quiero tener? Si el domingo por la tarde sentimos angustia porque el lunes debemos ir a trabajar, probablemente no estamos en el lugar correcto. El trabajo ocupa una gran cantidad de nuestro tiempo, por lo que es importante que nos sintamos bien con lo que hacemos, que podamos sentir que aportamos valor al lugar donde nos desempeñamos, y a nosotros mismos, claro está.
A todas horas escuchamos a compañeros de trabajo, amigos y familiares, a veces también a nosotros mismos, quejarnos sobre el trabajo, pero son muy pocos quienes se atreven a salir en busca de lo que en verdad les apasiona. Para empezar a cambiar algo en un trabajo que no nos gusta o en algún otro aspecto de nuestra vida que no nos hace feliz, lo primero que podemos hacer es buscar y rodearnos de personas apasionadas, que nos transmitan su entusiasmo, que nos apoyen en nuestro proyecto de mejora.
Es normal que personas cercanas a nosotros no entiendan que queramos cambiar algo en nuestras vidas, especialmente si este algo nos proporcionan además de un buen ingreso, una total satisfacción a fin de mes. Pero se trata de nuestras vidas, y las personas que nos quieren de verdad y que nos valoran respetarán nuestra decisión, aunque no lo entiendan, incluso lo valorarán positivamente, cuando dejando atrás el escepticismo vean los resultados.
En nuestra vida no podemos ser solo espectadores, y no pasar de suspirar por lo que queremos, junto al entusiasmo debemos hacer que las cosas sucedan: las situaciones se crean y los resultados se construyen. Si a cada iniciativa le ponemos todas las ganas y estamos convencidos de que lo vamos a lograr, le pondremos pasión y nuestros resultados siempre serán exitosos.
Mercadóloga especialista en Gestión de Proyectos. Capacitadora, motivadora, estratega y analista empresarial.