Todos los días, María Teresa Chan de Cux, de 60 años, originaria del municipio de San Andrés Xecul, Totonicapán, recorre 19 kilómetros a bordo de un picop y dos buses colectivos, para llegar a Xela a estudiar en el Instituto Guatemalteco de Educación Radiofónica (IGER), donde cursa primero primaria. Doña María comenta que uno de sus nietos la instó a iniciar su formación académica, y decidió hacerlo porque anhela demostrar que para la educación no hay edad.
“Doy gracias a Dios porque tengo una maestra que me enseña muy bien. Estoy aprendiendo a leer y escribir porque sueño con graduarme de primaria”, expresa. Además de sus estudios, dedica su tiempo a los quehaceres del hogar y a dirigir su empresa de tejidos.
Sus compañeros de clase manifestaron que la ven como ejemplo de lucha y superación.