Es una constante en los equipos de provincia de Guatemala; cada vez que obtienen un título, el siguiente año realizan un mal papel. Quizá nuestros futbolistas no tienen la mentalidad para soportar tanto elogio en un mismo momento; con este enunciado, es el aspecto mental el que afecta directamente.
En el futbol hay cuatro aspectos importantes: táctico, técnico, psicológico y físico. Todos son importantes, pero considero que uno que influye en el éxito es el psicológico, o sea, el mental. El director técnico del Xelajú MC, Amarini Villatoro, en una conferencia de prensa lo confirmó al decir que se habían confiado un poco y que eso coadyuvó a una relajación, quizá del plantel, lo cual los llevó a instancias poco esperadas, a la vez decepcionando a los aficionados que habían esperado mejores resultados.
Las lecciones de la vida hay que aceptarlas, y esta fue una de ellas. La soberbia y el orgullo no llevan a nada bueno; el ego se les elevó, con lo cual habían pensado que habían «tocado el cielo». Ahora les tocará darse un «baño de humildad» y colocar los pies sobre la tierra, porque aun jugando un formato mediocre para un fútbol que desea ser más competitivo, imagínense de doce equipos, clasifican ocho, cuando lo normal sería la mitad, únicamente seis; aun así, no fueron capaces de clasificar casi ni en los 8 mejores del torneo, viniendo de ser campeones hasta hace unos pocos meses.
Ahora hay seis equipos luchando por tres boletos: Guastatoya, Zacapa, Mixco, Cobán Imperial, Xelajú MC y Xinabajul. Todos matemáticamente tienen posibilidades, unos más que otros. Claro, los primeros tienen más, y los últimos tres tienen que esperar otros resultados que les favorezcan y ganar duelos directos, como en el caso de Xelajú MC al enfrentar a Zacapa y Mixco. Pero la conclusión es que no son las posibilidades las que valen, sino el mal papel hecho anteriormente.
Esta lección nos deja que los bonos del cuerpo técnico y los de los jugadores se devalúan en el mercado. Quiere decir que lo que actualmente ganan ya no podrán pedir aumento o una prima más alta, porque obviamente ya no lo valdrían hoy en día. A ellos se les aumentó a todos al momento de campeonizar, con lo cual hoy día están sobrepagados. Al final, los que pierden son ellos porque se devalúan en el mercado de piernas. Al final, creo que aun clasificando, sea justo entrar, con el antecedente de haber jugado mal el torneo de liga y el de UNCAF. Pero así son las reglamentaciones de nuestros dirigentes. Por agenciarse más dinero, cambiaron el formato a ocho clasificados, cuando eran seis, la mitad de los participantes. Es por esas y muchas razones que no podemos ascender de nivel, porque nos ponemos reglamentos que premian la mediocridad.