Este viernes 9 de septiembre se inaugura la ansiada Xelafer 2022, porque luego de dos años, hasta los apáticos la extrañan.
Es la Feria Centroamericana de la Independencia que se celebra en la segunda ciudad del país, y que la actual administración municipal celebra por primera vez y por ello, no se le ve organización ni orientación.
Xelafer va a salir por voluntad de los involucrados, productos y marcas, y por emoción del público. Los desfiles volverán a ser masivos y los puntos donde habrá un “pushito” de feria serán como antes, mercados populares con gran afluencia.
Cuando algo se vuelve una costumbre ya ni gracia tiene, pero luego de la pandemia, los sobrevivientes desean fiesta y aprovechar la oportunidad de reactivar la economía.
Hay discrepancias de diferente índole para que se haga a la par de Los Cerezos, al lado de los Tribunales y en el Centro Intercultural de Quetzaltenango, por la resistencia al cambio, aunque al final se tendrá que acomodar una feria dividida mientras se regresa al Centro de Ferias y Mercadeo de Quetzaltenango, Cefemerq.
En el campo de la feria ya no hay pacientes de Covid-19, los pocos casos deberían ser atendidos en el Hospital Regional de Occidente y regresar al uso y vocación de esas instalaciones.
Xelafer se necesita por más razones de las que tienen quienes se oponen a la misma. La algarabía de los desfiles, conciertos y el olor a churros y garnachas no tiene sustituto y la gente está ansiosa por volver a vivir la feria, sus colores y sabores.
Nos vemos en el Lucerito, aunque no se sabe ni dónde estará.
Licenciado en Ciencias de la Comunicación, con tres maestrías en diferentes campos y Doctor en Investigación en Educación. CEO de La Voz de Xela, conferencista nacional e internacional y profesor universitario.