PUNTUAL
Los criminales no respetan nada, menos la Semana Santa.
En Xela el Martes Santo fue rojo, un hombre fue asesinado a balazos y otro resultó herido. Y este Miércoles Santo nuevamente se pinta de rojo y luto: una mujer es ultimada en La Democracia, zona 3.
En esta ola criminal ya suman nueve ataques armados en este primer trimestre del año y los últimos dos ocurren en la Semana Mayor. Es preocupante, genera incertidumbre en la población, pero, además, es inaceptable que las autoridades no vean y sean sordos ante el clamor de seguridad.
Les recuerdo que oír excusas solo debilita el carácter de quien las escucha, por eso, señores, gobernador Tzun y jefe de la Comisaría 41 de la PNC, no queremos oír cuentos, sino que respuestas; admitan que no han podido, pidan ayuda, encuentren y apliquen los planes para detener la violencia.
Hay que admitir que Xela está en una grave situación y dejar de decir que se trata de “delincuencia común” o “pelea de territorios” por narcomenudeo, algo que no se puede asegurar porque no hay capturados por ningún caso y el Ministerio Público tampoco lo confirma. Es algo más, es el crimen organizado que está operando en Xela ante la desgracia de inoperancia en que han caído las autoridades incompetentes, inactivas y carentes de capacidad, reacción y sentido común.
En los alrededores de la escena de la mujer asesinada esta tarde había niños y muchas personas que, evidentemente sufren las consecuencias de esta criminalidad, porque les inyectan miedo y sicosis de andar en las calles. Dios quiera que nunca una bala perdida llegue a inocentes.
En esta linda tierra de Xela deberíamos caminar en paz y sin miedo a nada, no ir pensando que de un momento a otro puede haber una balacera. La sociedad está comenzando a enfermarse emocionalmente y eso se debe a tener autoridades incapaces y decorativas.
Me da coraje y tristeza que cuando pasa algo violento, activan operativos de identificación de personas, como tontos persiguiendo a criminales. Lo que se necesita es un plan de seguridad integral, con acciones y protocolos encaminados a tener control de las calles, avenidas y zonas. Hay suficiente tecnología para tener control de las calles y en un eventual hecho cerrar el paso inmediatamente. Esto no es imposible si hay coordinación entre vecinos, policías y sistemas de vigilancia. Pero en Xela, las pocas cámaras de vigilancia están descompuestas y sin señal.
Un problema serio requiere atención con inteligencia no con palabreríos. Para esto si el gobernador y el alcalde deberían trabajar en coordinación, no solo para pensar en bussines.
Si Xela sigue en estas condiciones, podemos ser una copia de las zonas rojas de la capital. No permitamos esto, exijamos acciones concretas, entre ellas, resultados inmediatos de acciones estratégicas, no de operativos de fachada y sin resultados. La Semana Santa y lo que sigue debe estar en paz.
Periodista, comunicador y académico. Licenciado en Ciencias de la Comunicación, con tres maestrías en diferentes campos. CEO de LA VOZ DE XELA, conferencista y profesor universitario.