Un gasto innecesario en los lujos del alcalde JF y su Concejo
Este día se conoce de la compra de una mesa y sillas ejecutivas para la sala de sesiones del Concejo Municipal de Xela, junto ello, equipo de micrófonos para sus sesiones.
Ante lo anterior, no se han hecho esperar las críticas y cuestionamientos de los vecinos por medio de las redes sociales. El gasto es de Q163 mil, con lo que se podría hacer mucho ante tantas necesidades.
El alcalde de Xela Juan Fernando JF López Fuentes junto a su Concejo están comenzando mal. No es el orden. Están enviando un pésimo mensaje ante una realidad que todos los quetzaltecos conocemos.
Quizás fuera congruente si no tuvieran donde sentarse o con su dinero, pero, aunque fuera con su chequera, no se ve bien que funcionarios públicos despilfarren recursos en tiempo de ponerse a trabajar.
Señor alcalde, las cosas primero se ganan, es decir, deberían de trabar un par de años fuertemente y luego se compran sus gustos y comodidad, pero no puede ser lo primero que hagan, gastar en algo que no beneficia ni satisface al pueblo.
Pensamos que lo primero que iban a inaugurar era el pavimento de alguna calle deteriorada o pozo de agua mecánico, pero estamos viendo que son sillas ejecutivas, una mesa de lujo y micrófonos especiales. Si así está el comienzo, no nos queremos imaginar el final.
En este momento, a la brevedad deberían enmendar su antojo, donando esas sillas y mesa a algún asilo o grupo vulnerable y pagarlo con sus recursos personales.
El servidor público más que comodidad con sillas y mesas, debe tener buenos zapatos de campo para salir a trabajar y dar resultados.
“No hay que hacer cosas buenas que parezcan malas”, dicen las abuelitas. Pero en este caso es lo siguiente: no hay que gastar en comodidad, si afuera, el pueblo tiene muchas necesidades.
Que este sea un primer llamado de atención a JF y sus acompañantes para que hagan bien las cosas, para que se enfoquen y miren las prioridades reales de los vecinos, porque el tiempo se va como agua entre las manos y no queremos que sean otro pésimo capítulo de cuatro años para la segunda ciudad del país.
