PUNTUAL
Y si pensamos en aquella frase que dice: hay gente tan pobre, que lo único que tiene es dinero.
Hoy me senté a desayunar a las 7:30 y me levanté de la mesa dos horas después, luego de una enriquecedora conversación con uno de mis mejores amigos y mentores, Jorge García.
Actualmente hay mucha gente pobre, aún con muchas cifras en su cuenta de banco o grandes propiedades materiales. Hay gente que podría comprar todo un supermercado, pero no se puede comer ni un pan, porque no le apetece ni le pasa nada por sus malestares de salud.
De ahí partió la conversación, porque coincidimos que somos de las personas que no publicada casi nada de lo que comemos o disfrutamos, porque es algo personal, muchas veces lo que se muestra en las redes es todo lo contrario: felicidad (vacíos), viandas (escases), etiquetarse en todas partes (baja autoestima), entre otras.
Pasa en todos los planos y escenarios, como el tema de tener dinero, que no es parámetro, medida o reflejo de prosperidad.
Tener dinero alivia, pero no resuelve; sustenta, pero no da paz; adquiere, pero no pertenece; compra, pero no libera, entre tantas cosas. La prosperidad como sinónimo de bonanza, felicidad y dicha es otra cosa, es un regalo, es un don, es estar bajo la gracia.
Cuando queramos prosperidad, primero busquemos paz, esa es nuestra tarea, ese es el encargo, pero debe haber convicción. Por eso muchos no están listos para esta conversación, porque no encuentran una y menos la otra que obligatoriamente la antecede.
El corazón tiene inteligencia, de ahí emana la prosperidad, primero del alma, y en consecuencia de la mente y el cuerpo. No puede haber prosperidad sin antes encontrar esa paz que sobrepasa todo entendimiento. Ojalá lo entendamos para descubrirlo. Hagamos la prueba.
Periodista, comunicador y académico. Licenciado en Ciencias de la Comunicación, con tres maestrías en diferentes campos. CEO de LA VOZ DE XELA, conferencista y profesor universitario.