Cada persona que conocemos tiene una historia llena de experiencias que muchas veces marcan su conducta social y sexual, existen algunos temores en el ámbito sexual, que en algunos casos hacen que sintamos mucha ansiedad al tener una relación de intimidad sexual.
Según algunos estudios internacionales, entre los temores más comunes encontramos ITS (Infecciones de transmisión sexual), quedándose muchos después de la relación sexual con miedo pensando en la posibilidad de que la pareja con la cual decidió tener este encuentro sin protección sea portadora de una o más ITS, y que hayan quedado contagiados. Asociado directamente al miedo que se tiene a que el preservativo falle y se termine en un embarazo no deseado.
Uno de los temores durante la relación sexual, que modifican la conducta del ser humano, es el pensar que la pareja no sienta atracción por nuestro cuerpo y los “secretos” del mismo, lo que cada persona considera como un defecto corporal. Es importante anotar que en el momento de la excitación y deseo, la pareja en lo que menos piensa es en esos “defectos” del cuerpo, está enfocada en disfrutar y sentir. Por eso es importante trabajar en la autoimagen que cada uno tiene para poder demostrar confianza en uno mismo y esta es la forma más hermosa de seducir a la pareja.
Que la pareja no quede plenamente satisfecha o que no llegue a un orgasmo, creyendo que es por culpa de uno, es otro de los temores que muchas veces encontramos en las personas. En algunos casos, también se acompaña de impotencia sexual o eyaculación precoz en los hombres, problemas que muchas veces son secundarios a la misma preocupación por “cumplir bien”, que hace que se sienta un estado de ansiedad y estrés. El no controlar esto, puede producir que un encuentro sexual puede ser frustrante para los miembros de la pareja.
En nuestra sociedad actual, el tener un encuentro íntimo con otra persona no siempre es por amor, algunas veces es por placer y no se quiere adquirir un compromiso formal, lastimosamente hoy en día ha aumentado las parejas de encuentros fortuitos que no quieren sentirse comprometidas y tienen temor que la pareja quiera una relación más formal, lo cual convierte a este en otro temor sexual, más común de lo que pudiéramos pensar.
En el caso de los hombres, algunas veces temen que se dude sobre su virilidad y que sean catalogados como “malos amantes” y en algunas mujeres la inseguridad de no provocar el deseo sexual de su pareja se convierte en una de las preocupaciones más importantes, en las que se invierte mucho del ingreso económico de una pareja.
Otro temor importante de plantear es el miedo al envejecer, pues se tiene la creencia de que al ganar edad se irá disminuyendo la potencia sexual, sin embargo, en la sexualidad compartida la premisa básica es que, entre más práctica, confianza y comunicación exista en una pareja mejores encuentros íntimos se tendrán, los cuales van a ser más satisfactorios y algunas veces con mejores orgasmos que al iniciar la vida sexual.
“La sexualidad es una ventana al alma de uno”, (Alan Ball).
Experta en sexualidad, derechos sexuales y reproductivos. Médica General, con especialidad en Ginecología y Obstetricia. Tiene una Maestría en Sexualidad Humana.