En los últimos años ha habido un cambio drástico e inusual en el futbol de Guatemala. Desde el hexacampeonato de Comunicaciones en el año 2015: de 12 Torneos cortos, 10 han sido conquistados por equipos departamentales en los últimos seis años.
Este fenómeno no sucedía nunca en Guatemala, generalmente los equipos campeones en supremacía eran Comunicaciones y Municipal. Atrasito hace años, venía Aurora o Tipografía Nacional y muy esporádicamente quizá Xelajú MC en cinco oportunidades y alguna vez Suchitepéquez (1983), Cobán Imperial (2004) y dos veces Jalapa (2007 y 2009).
Recuerdo aun los subcampeonatos tan luchados de Juventud Retalteca, Cobán, Escuintla, Marquense y las luchas del Club Heredia, todo esto a lo largo de 60 años. Ahora se vino la fiesta departamental, como se dice popularmente “se abrió el chorro a lo grande”, los enumerare desde que Comunicaciones gano su último título que fueron seis seguidos en el 2015. Primero fue Deportivo Suchitepéquez (2016), cuatro títulos de Antigua, tres de Guastatoya, uno de Santa Lucia y este ultimo de Malacateco. Es algo histórico 10 títulos departamentales en 12 torneos consecutivos. Los únicos dos entre todos los que mencioné fueron de Municipal.
Quizá no concuerde con el formato de competencia actual en el país, pues en el año 1999 se cambió de campeonatos largos de casi 10 meses a torneos cortos como lo solían hacer en esos tiempos Argentina y México en sus ligas. Entonces se cambió la competencia en Guatemala a dos torneos “cortos” en el año, supliendo el largo como actualmente se juega en España aún. La razón fundamental era que los torneos cortos darían más emoción a los campeonatos y las llaves finales que eran una especie de cuartos de final, semifinal y final, darían más emoción y llenaría más los estadios porque generarían mayores expectativas y por ende no solo mejorarían los ingresos económicos, sino habría más oportunidad para que en lugar de un campeón y subcampeón, fueran dos en el cabo de un año futbolístico que es de diez meses.
El anterior creo que era más justo, premiaba la regularidad a lo largo de un ciclo largo, pero al final la emoción se encerraba en los que iban en la cima de la tabla de posiciones y los de la medianía se les restaba importancia ciertos partidos. Es más las últimas jornadas eran de cumplir nada más, como se le conoce de “tramite”, al final todos pensamos diferente y si fuera así nunca nos pondríamos de acuerdo de cuál sería el formato más justo y equitativo, pero lo que si es cierto todos están de acuerdo con el mismo y todos comienzas desde “0”, con lo cual las oportunidades allí están, pero en realidad esta competencia de torneos cortos premia el momento y las estrategias en los momentos finales, fue allí donde el mexicano Roberto Hernández hizo gala de sus conocimientos en liguillas como le llaman en México y dejaron en el camino, primero en cuartos de final al último campeón Santa Lucia, luego en semifinales al líder de la clasificación Antigua GFC y de último al recién campeón del torneo regional e internacional CONCACAF 2021.
Alguien dirá entrañudamente que como los Rojos y Cremas andan mal, cualquiera puede ser campeón, pero se equivocan, a los dos equipos más grandes que he mencionado los han dejado en el camino en sus respetivas llaves. Es muy sano y bueno para el futbol este tipo de circunstancias que suceden, van saliendo más prospectos jóvenes de los equipos departamentales, se crea una mejor competencia y se incrementan de valor esas plazas de equipos que hace 20 años no eran ni conocidos en el contexto futbolístico, aparte hay que reconocer que con la venida de televisoras fuera del monopolio nacional, ha creado una competencia sana para los derechos de televisión, con lo cual se han fortalecido los equipos el interior, cuando anteriormente no se les tomaba en cuenta.
Este fue otro “Titulo de la Humildad” el que conquistó Deportivo Malacateco, como lo hizo Xelajú MC en 1996, con poco recurso hicieron mucho, le dieron cátedras a los capitalinos que el dinero no lo hace todo. La clave fue haber traído a un estratega que estaba “empolvado” en México, Roberto Hernández, ex jugador del Santos Laguna y Morelia, como técnico dirigió a Toro Neza, Mérida y Morelia. Hizo un equipo de obreros, entre ellos jovencitos con talento y con extranjeros que marcaban diferencia. Han hecho historia en Guatemala. ¡Felicitaciones Toros!