PUNTUAL
Tengo unos amigos nicaragüenses que me vienen contando el calvario que viven y ante ello, piden que el mundo los voltee a ver, porque están tocando fondo con las represiones del régimen de Daniel Ortega.
Dios libre a Guatemala de algo similar y nuestra solidaridad con el pueblo de Nicaragua que viene sufriendo el tormento del «socialismo» y de la exguerrilla que se les infiltró hasta el tuétano del poder.
Es preocupante la izquierda o exguerrilla disfrazada de «socialista», porque poco a poco se han ido haciendo del poder al más alto nivel en Latinoamérica, por citar solo tres países, Colombia, Nicaragua y México.
No hay que ver este fenómeno como algo lejano, porque al final de cuentas somos sociedades similares. Cuidado ciudadanos, no dejemos que los usurpadores lleguen a nuestras latitudes.
El caso de Nicaragua no es nuevo, pero ha cobrado relevancia en los últimos tiempos por la persecución de líderes de la Iglesia Católica, acusándolos de organizar grupos e incitarlos a ejecutar actos de odio. Algo alejado de la realidad, porque la verdad es que este sector era el único, como reserva social, de oposición a los vejámenes del régimen.
El obispo Rolando Álvarez lleva 48 días bajo secuestro domiciliario, quien permanece vigilado y tiene prohibido llegar o ingresar a la Catedral de Matagalpa. Ante tal represión, en las últimas horas unos 50 sacerdotes nicaragüenses están pidiendo refugio en Honduras y Costa Rica.
“No entiendo cómo el mundo no reacciona más fuerte. Esto es increíble. Inaudito. Insoportable. Vamos a reventar muy feo. Ya hay hasta miedo de ir a las iglesias”, dice mi contacto.
Cuando pregunto sobre la ideología de Ortega, esta es la respuesta de un ciudadano informado: “No la tiene. Todos los análisis muestran que se vende como socialista e izquierda, pero los mismos socialistas, comunistas y de izquierda de América Latina, EE.UU. y Europa no lo reconocen como tal. Se vende como sandinista pero los mismos sandinistas que lucharon en los 60 y 70 se oponen y él los ha asesinado, echado presos y condenado a casi 20 años de prisión o se han exiliado”. Por lo tanto, “más allá de un dictador o autoritario, es un tirano”.
Ojalá que esta pesadilla llegue pronto a su final y que nunca la sombra de algo similar nos alcance.
Ilustración de portada de esta opinión: Sacerdotes nicaragüenses piden refugio en Honduras y Costa Rica. Foto: Arquidiócesis de Managua
Periodista, comunicador y académico. Licenciado en Ciencias de la Comunicación, con tres maestrías en diferentes campos. CEO de LA VOZ DE XELA, conferencista y profesor universitario.