Hay cosas que no sabía que sentía hasta que las viví y hasta me dolió leerlas y más vivirlas, pero a mi edad no me asusta la oscuridad, ni el silencio y eso si ten paciencia que todo se estará acomodándose.
El viejo ya no puede hacer lo que hace un joven; pero lo que hace es siempre mejor. Después viene la etapa de la decadencia, donde el vino puede no presentar un defecto evidente, pero sí perder lo mejor que tuvo para entregar. A partir de esta introducción es más fácil entender que no todos los vinos mejorarán con la guarda; de hecho, sólo pocas botellas en el mundo lo terminarán haciendo.
Otros dirán que la edad solo es importante si eres un queso o un vino, pero la única vez que me relaciono como el vino es cuando más añejado(preparado) me pongo con el tiempo mejor estoy. Los cumpleaños, cada año es una forma de así entrar en la madurez, que llevará el tiempo como en que cada botella, a la necesidad exacta para lograr su mejor expresión.
Mi nivel de madurez realmente depende de con quien estoy. Yo mismo para tomar decisiones digo: » de tin marin de dos pingüe, tomo las decisiones con madurez» . Lo cierto es que mi edad no define mi madurez, mis artículos no definen mi inteligencia y los chismes tampoco definen quien soy.
Dejemos claro que con el tiempo y entre tanta estupidez mentiras, sinvergüenzas y no olvidemos los corruptos en nuestra bella Guatemala, si es cierto que si te conozco y te trato bien no significa hipocresía, se llama educación y tener la suficiente madurez para soportar cualquier de estos casos. HC Downland decía » que algunos seres humanos se suavizan con la edad, como el vino; mientras otros se agrían, como el vinagre».
Investigaciones citadas por Shelley H. Carson, psicóloga de la Universidad de Harvard, Estados Unidos, cuyos estudios son citados en el libro- «Quizás incrementa la cantidad de información disponible para la mente consciente» han hallado que el que envejece simplemente está asimilando más información tratando de filtrarla a partir de un revoltijo de datos, la mayoría de las veces para su beneficio en el largo plazo.
Existe una palabra para aquello que resulta cuando la mente es capaz de asimilar información y ponerla en su lugar adecuado: sabiduría. Mas allá del gusto personal de beber vinos más o menos jóvenes o simplemente viejos, el degustador encuentra, en una botella de muchos años que inspira emoción, respeto y un mejor sabor.
En conclusión, los vinos y amores, los viejos somos los mejores.