¿Quién quiere una Bolivia, un Perú o una Venezuela? Es hora de considerar hacer cambios estructurales, pero no destruir el Estado. Se vale construir políticas públicas de largo plazo en favor de la salud y la educación, pero no la nacionalización de bienes y servicios. Debemos luchar contra el racismo, pero no dar vida a un estado indígena que margine a los blancos y mestizos. Se vale la democracia, no la dictadura.
Nadie está hablando de esto en redes, pero las similitudes entre los bloqueos carreteros de 2002 en Bolivia y el reciente cambio de discurso en CODECA me llaman mucho la atención. Recordemos el movimiento cocalero liderado por Evo Morales, los bloqueos, los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad y su posterior ascenso como Presidente, la conformación del Estado Plurinacional de Bolivia y el ulterior deterioro del tejido económico-social de ese país andino.
Por parte de CODECA, derivado de la influencia que el Estado Bolivariano le infiere a sus ideólogos, existe la posibilidad de que radicalicen sus medidas; estas no son protestas light como las de 48 cantones. Las protestas de CODECA incluyen a ex militantes de ORPA, líderes guerrilleros, antisistemas. CODECA es un grave peligro para el Estado de Guatemala.
Hay que hacer memoria y recordar que en las últimas elecciones el MLP obtuvo casi medio millón de votos. Ningunearlos o mirar hacia otro lado con el clásico “son solo 20 indios” no es la solución. Con el “resurgimiento” sintético del RenunciaYa2.0 podrían colarse a una segunda vuelta en las próximas elecciones, no por tener una propuesta académico/intelectual, políticamente estructurada, sino por hacer click en el corazón de la población históricamente desarraigada.
También debemos hacer uso de nuestra reciente memoria y recordar que, posterior a los acuerdos de paz, el trato hacia los pueblos originarios mutó conceptualmente de campesinos a pueblos indígenas. Hoy en día hay indígenas paupérrimos, pobres, ricos y los que viven en París. CODECA/MLP retorna al concepto de campesinos con el objetivo de impregnar un rechazo a las élites, al patrón, al capital, con el objetivo de marginar a su propia especie, levantar un clamor de lucha, un hastío. Claramente se agrega el concepto marxista de lucha de clases, negarlo tras estudiar su discurso, es tozudez.
Los 48 Cantones, por el contrario, reivindican un concepto étnico, que sea dicho de paso, me parece válido. La dignidad del indígena, como derecho humano. Mas ellos no plantean la destrucción del Estado como lo conocemos, proponen como lo es su derecho y como podría ser el malestar de la ciudadanía en general, la renovación del Gobierno a través de las renuncias del Señor Presidente y la Señora Fiscal General.
No obstante, CODECA habla del plurinacionalismo (toma del poder de las etnias y creación de las naciones indígenas), aseguran que alternar a los mandatarios no es suficiente, que hay que cambiar la Constitución en favor del campesino, una Carta Magna dirigida a nacionalizar los bienes y servicios, y acabar con las élites económicas del país.
Para sustentar este documento, quiero mencionar las palabras de Martin Toc, actual líder de los 48 Cantones de Totonicapán durante su entrevista en CNN con Fernando del Rincón: “Tengan claro que estamos pensando en un país que es de todos, no solo de los pueblos indígenas o de la clase media-baja, un país que nos de condiciones de vida…”, “…espero que esto no desencadene en un populismo…”, “hay una preocupación latente, que derivado de la indignación para las próximas elecciones se elija a una persona con rabia y enojo, un dictador y al final los vaya a despojar de sus empresas y sus bienes.” “Desde 48 cantones estamos en este momento para favorecer la democracia, a través del diálogo, buscar soluciones y establecer compromisos”.
CODECA/MLP es la resurrección del materialismo histórico puro: LA LUCHA DE CLASES.