El trabajo en equipo está dicho en todos lados, pero muy pocas veces se pone de manifiesto. Si tan solo lo comprendiéramos en su dimensión, estoy seguro de que otros resultados veríamos.
El fin de semana reciente viajé a Costa Rica como integrante del equipo aficionado de atletismo de profesores del Cunoc-Usac para la aventura de 64 kilómetros por Relevos. Si la expectativa estaba buena, esperen que llegue al asfalto para contarles la experiencia.
Lo maravilloso en la vida del ser humano es que todos los días son distintos y aunque uno vuelve al mismo lugar, siempre el aire va a ser diferente, por ello, cada momento, cada experiencia, debe disfrutarse, porque nada se repite. Nada.
Llevo más de 100 carreras solo, esta fue la primera en equipo y lo que deja es más que la medalla. Voy a citar a mis compañeros y amigos, en el orden en que corrimos 8 kilómetros cada uno, desde la obscuridad hasta una temperatura mayor a los 39 grados: Mario Molina, Percy Aguilar, Mario López, Jorge Lemus, Miguel Ángel Mazariegos, Carlos Rodas, Luis Aballí y cerró quien escribe; como suplente y coordinador iba Abraham Cruz.
Primer aspecto que destacar, los integrantes de los equipos se complementan, si fuéramos iguales, qué gracia y no tendría sentido. De común acuerdo nos distribuimos por instinto o por algunas cualidades y habilidades.
Hasta aquí no hay mucho que subrayar, pero cuando llegó la hora de la Salida 4:00 AM, desde San Carlos hasta La Fortuna, Alajuela, entonces fluyó la hermandad, la solidaridad, la alegría y el apoyo recíproco. Ya no era un corredor, sino un equipo trabajando para llegar a la Meta.
Era el trabajo en equipo que no se había planificado, pero estaba aflorando, esperamos a cada uno en su punto de meta, no solo para aplaudirle, sino que para motivar al siguiente corredor. Luego en el trayecto, se le motivaba con palabras y se le asistía con agua fría e hidratantes.
Hay trabajo en equipo cuando hay empatía, hay trabajo en equipo cuando nos une el propósito y no el camino, y hay trabajo en equipo cuando sabemos que dependemos los unos de los otros. ¿A qué viene esto?, a que es aplicable en todos los ámbitos y situaciones de la vida. No podemos andar solos, desafiarnos y pretender buenos resultados. Tenemos que hacer alianzas, relevos y ayudarnos mutuamente.
Se llega más lejos cuando es en equipo. Con una sensación de haber ganado terminamos en el puesto 69 de 83, después de haber corrido en relevos durante 5 horas con 49 minutos y 32 segundos.
Por la grata experiencia de vivir el verdadero trabajo en equipo, quiero agradecer a todos los involucrados, especialmente a los compañeros de asfalto, al equipo y todos los nuevos amigos de la Universidad Técnica Nacional (UTN) por apoyar y facilitar la logística.
Correr te hace libre, pero, además, te regala la oportunidad de descubrir nuevos potenciales que hay en ti.
Licenciado en Ciencias de la Comunicación, con tres maestrías en diferentes campos y Doctor en Investigación en Educación. CEO de La Voz de Xela, conferencista nacional e internacional y profesor universitario.