Es cierto que los memes y las estupideces entretienen a todos, como la del diputado Estuardo Galdámez que pide a gritos en el hemiciclo votar para recuperar Brasil, en lugar de Belice. Creo que las actuaciones de este tipo se asemejan a las de los innombrables alcaldes de Ipala, Patulul y Zunil. Lo hacen por su necesidad perversa de llamar la atención y para distraer la atención colectiva sobre otros asuntos relevantes.
A pocas horas de acudir a las urnas a votar por el Sí o por el No, para trasladar el diferendo con Belice a la Corte Internacional de Justicia, debemos dejar a un lado los distractores y pensar que este es un hecho relevante para los guatemaltecos, para defender la soberanía y para ponerle fin a un conflicto de 159 años.
A pesar de que está cuesta arriba el proceso, porque al votar no queda resuelto, se abre un camino legal para la solución. Digamos que ganara el Sí, como creo conveniente, hay que esperar la consulta popular de Belice y sí allá gana el Sí, el juicio quedaría en manos de la Corte Internacional de Justicia, organismo que ventilaría el caso en unos cinco años y su sentencia sería firme e inapelable.
Por lo anterior, a la Consulta Popular del domingo 15 de abril la he llamado: consulta de la buena voluntad, porque es solo eso, una intención, porque no es que con nuestro voto se decida el futuro, sino que solo se le da luz verde para pasar el caso al citado organismo de justicia internacional.
Yo no mucho creo en los beliceños, no solo por ser “unos hijos de la Gran Bretaña” como dice el embajador Rafael Salazar, sino porque en el pasado, han incumplido. En 1859 en el tratado Wyke-Aycinena Guatemala cedió a Gran Bretaña el territorio entre río Sibun y Sarstún a cambio de la construcción de una carretera y nunca se ejecutó. Luego, en 1863 Gran Bretaña debió pagar 50 mil libras esterlinas por ese territorio y tampoco cumplió, por lo que en 1946 el Congreso declaró la caducidad del Tratado.
En 1981, al declarar Belice su independencia del Reino Unido, una década después, en 1991 Guatemala reconoció al gobierno y población de Belice, pero no al territorio. Pendiente que puede comenzar a dilucidarse en la Consulta Popular. Pero, repito, hay que salir a participar, para que no sea el abstencionismo el gran ganador.
Somos 7 millones 522 mil 920 guatemaltecos empadronados y estarán abiertas el domingo de 6 a 18 horas, un total de 2 mil 782 mesas. Tal consulta no es gratis, al Estado le cuenta Q300 millones, por lo mismo, no le demos la espalda a la soberanía del país.
Licenciado en Ciencias de la Comunicación, con tres maestrías en diferentes campos y Doctor en Investigación en Educación. CEO de La Voz de Xela, conferencista nacional e internacional y profesor universitario.