Ocupación total en Xela
PUNTUAL
Esta semana los principales hoteles de la ciudad de Quetzaltenango están con una ocupación total, y la mayoría de las reservaciones se hicieron con uno o dos meses de anticipación.
Lo anterior quiere decir que Xela por estos días es el epicentro del entretenimiento, la economía y el fervor patrio centroamericano. Es la reunión de anfitriones con visitantes que hace posible un gran impacto en varios ámbitos, no solo social y cívico, sino que principalmente económico.
Haciendo a un lado los contratiempos, y obstáculos, como el paso a desnivel en construcción entre las zonas 6 y 7, la ciudad se convierte en una oportunidad y en el escenario de las posibilidades que favorecen a todos, desde los pequeños negocios hasta los más grandes. Cuando el movimiento es mayor, las olas alcanzan para todos. El pastel de Xelafer es muy grande, que termina convidando a todos, en empleos, en más ventas y en mayor exposición.
En el país, el mejor mes del año, en términos económicos, es diciembre, pero en la ciudad de Quetzaltenango, el mejor mes es el noveno. Por eso hay que cuidar la feria, hay que impulsarla y darle buenos contenidos, no solo de entretenimiento, sino que cívicos.
Los desfiles de Xela son únicos, primero porque son seis, y luego porque sus protagonistas se esmeran y prepararan para dar sus mejores impresiones. El amor a la patria, a la educación y al conocimiento nos distingue. Xela es estrado de una magna fiesta por la patria, y más ahora que se conmemoran los 500 años de fundación de Quetzaltenango, en una Independencia que cumple 203 años y una Xelafer que llega a 140 años.
Dispongamos todos nuestro amor y respeto por Quetzaltenango, para hacer más grande a la Ciudad del Conocimiento. ¡Bienvenidos y bienvenidas!

César Pérez Méndez
Licenciado en Ciencias de la Comunicación (Usac), con tres maestrías en diferentes campos y Doctor en Investigación en Educación (Usac). CEO de La Voz de Xela, profesor universitario y conferencista.
Un año de posicionamiento: Ciudad del Conocimiento
Hoy ya se escucha con naturalidad y fuerza que somos la Ciudad del Conocimiento.
Nadie puede alegar desconocer o ignorar los grandes acontecimientos que transforman a una ciudad con vocación de futuro. Quetzaltenango, nuestra Xela querida, no solo se reconoce por su historia, su cultura o su espíritu emprendedor, sino por un nuevo título que nos compromete y nos inspira: Ciudad del Conocimiento.
El conocimiento no es propiedad de una élite, ni patrimonio exclusivo de académicos, científicos o investigadores. Todo es conocimiento, y todo conocimiento es de todos. Desde el saber ancestral hasta la innovación tecnológica, desde el oficio del panadero hasta la cátedra universitaria, desde las conversaciones familiares hasta los congresos internacionales. Cada forma de saber es una chispa que enciende el desarrollo y la esperanza.
Hace un año, el 13 de mayo de 2024, un hecho histórico marcó un nuevo rumbo para Quetzaltenango: las autoridades de 10 universidades con presencia en el departamento se unieron, por primera vez, para declarar oficialmente a la ciudad como la Ciudad del Conocimiento. Este acto no fue solo protocolario, sino profundamente simbólico y estratégico.
Las universidades que dieron vida a esta declaratoria son:
• Centro Universitario de Occidente de la Universidad de San Carlos de Guatemala.
• Universidad Rafael Landívar
• Universidad Mariano Gálvez
• Universidad Mesoamericana
• Universidad Panamericana
• Universidad Da Vinci
• Universidad Galileo
• Universidad Regional de Guatemala
• Universidad Rural de Guatemala
• Universidad de Occidente
Este conjunto de instituciones académicas, con sus diversas visiones, coincidieron en un propósito superior: reconocer que Quetzaltenango posee las condiciones, la historia y la vocación para consolidarse como un polo de conocimiento, innovación y pensamiento crítico en el occidente del país.
La declaratoria que se suscribió plantea que Quetzaltenango es la Ciudad del Conocimiento porque en ella confluyen la academia, la ciencia, la tecnología, el arte, la historia y la identidad pluricultural como motores del desarrollo sostenible. Esta visión reconoce que el conocimiento no se queda en las aulas: circula, se comparte, transforma y genera bienestar para todos los sectores sociales.
Durante este primer año, muchos hechos han reafirmado esa visión: se han multiplicado los foros, congresos y ferias de ciencia y cultura. La ciudadanía ha empezado a apropiarse del concepto, colocándolo en el top of mind colectivo. Instituciones públicas y privadas han comenzado a integrar el lema en sus discursos y planes de acción. En los próximos días se presentará una nueva maestría con el sello de la Ciudad del Conocimiento.
Se ha proyectado nacional e internacionalmente a Quetzaltenango como un referente académico y del conocimiento. Recientemente un grupo de universitarios de la Ciudad del Conocimiento viajó a Roma, Italia, para multiplicar sus conocimientos y presentar sus investigaciones en el campo de la medicina.
El logro principal, sin duda, es haber posicionado el nombre: hoy ya se escucha con naturalidad y fuerza que somos la Ciudad del Conocimiento. Pero este es apenas el primer paso. Nombrar es importante, pero fundamental es construir juntos lo que ese nombre exige.
Ser Ciudad del Conocimiento es un compromiso de largo alcance. Es una responsabilidad compartida entre universidades, autoridades, empresas, medios de comunicación, ciudadanos y cada persona que cree en el poder transformador del saber. Significa invertir en educación de calidad, en investigación pertinente, en infraestructura educativa, en información digital y en preservación y multiplicación del conocimiento.
Se cumplió un año de aquel acto fundacional, y queda una profunda gratitud por el eco que ha tenido esta iniciativa, que nació como un sueño y fue cobrando forma gracias a la confianza y el respaldo de tantas personas e instituciones.
Cierro con una reflexión que me acompaña siempre: el conocimiento florece donde hay humildad para aprender, generosidad para enseñar y valentía para transformar.
Sigamos caminando juntos, con la cabeza llena de ideas, las manos llenas de acción y el corazón lleno de amor por Quetzaltenango: Ciudad del Conocimiento.

César Pérez Méndez
Licenciado en Ciencias de la Comunicación (Usac), con tres maestrías en diferentes campos y Doctor en Investigación en Educación (Usac). CEO de La Voz de Xela, profesor universitario y conferencista.
Ciudad del ConocimientoQuetzaltenangoPrimer Aniversario
Mejor memoria al estudio
La inteligencia tira de la memoria.
Los docentes reportan que muchos estudiantes, en la segunda unidad, ya olvidaron lo que aprendieron en la primera unidad. ¿Qué sucede en ellos, que les es difícil pasar de la memoria a corto plazo, a la memoria a largo plazo? ¿Será que les falta interés o les falta técnica?
Lo que hacen los estudiantes más aventajados es que, antes de comenzar a estudiar algo difícil, se hacen el propósito de aprender, de poner alta atención… así entran con intención responsable. Si en el proceso se distraen, desesperan o enojan, se obligan a continuar y a buscar formas de superar obstáculos. Van conscientes del proceso de su aprendizaje, dándose cuenta de lo que se están dando cuenta, monitoreando su progreso. Al concluir, hacen autoevaluación, tanto de lo que aprendieron como de la forma que aprendieron.
Sabiendo que pueden aumentar la atención por más tiempo, la memoria con más calidad y la habilidad de superar obstáculos al estudio, aumenta su confianza personal, su gusto por el estudio, su compromiso con poner esto en práctica en progreso de la comunidad. Y al estar conscientes de su mejora continua, aprenden a aprender.
Estudiar es un reto activo, es aplicar la mente para comprender un fenómeno, llamado objeto de estudio. Hay mucha información que ya se ha escrito sobre múltiples temas, pero hace falta mucho por descubrir.
Los docentes conocen un poco y saben explicar una parte, pero de ahí el camino es trabajoso. Senda que solo se puede superar si se tiene voluntad consciente.
Ya hay muchas herramientas de estudio que el estudiante puede adoptar y adaptar para tener claridad del tema de estudio, como los mapas mentales, el repaso sistematizado, las mnemotecnias… que les pueden ayudar a codificar la información en la memoria a largo plazo. De una forma ordenada, clara, lógica, coherente, integral… para posteriormente recuperar cuando se requiera.
Los estudiantes que van a los centros de estudio sin hacerse responsables de forma consciente, esperan que sean los docentes los que les enseñen. De esa manera solo harán las tareas que se les asignen, se afanarán por las notas, le echarán la culpa a algo cuando aparezcan dificultades… Para luego olvidar todo lo que superficialmente aprendieron.
Por eso es que, el interés y las técnicas son esenciales para mejorar la atención, la memoria y la habilidad. Le dejo la siguiente frase para que reflexione: “La inteligencia consiste en conocimientos y en la destreza de aplicar los conocimientos a la práctica”.

Oswaldo Soto
Psicólogo clínico con más de 25 años de experiencia, docente universitario, escritor de temas de salud mental.
Mantenga siempre con carga su batería emocional
Esta semana estuve leyendo un libro sobre la Resiliencia Personal, y me parece importante compartir con ustedes algunas ideas de esta lectura.
“La resiliencia puede describirse como la capacidad para prepararse, recuperarse y adaptarse ante el estrés, reto o adversidad. Cuando eres resiliente, eres capaz de recuperarte más rápido después de una situación difícil. Esto ayuda a compensar mucho del desgaste prolongado que no solo te afecta a ti, sino a tu familia y compañeros de trabajo”, (HeartMan, 2014, págs. 1-2). Por lo tanto, es importante ponerse manos a la obra para mejorar nuestras habilidades resilientes.
Aumentar nuestra resiliencia personal, debería de ser una meta diaria de todos los seres humanos. Vivimos inmersos en una realidad estresante, que exige de todos, tener las baterías resilientes cargadas, para no sucumbir en el enojo y la frustración. Esta realidad estresante hace que muchas veces nos sintamos cansados y muertos, emocionalmente hablando.
Experiencias de vida complejas las hay todos los días. Es decir, el tener una buena capacidad resiliente no significa que haya ausencia de problemas. De ahí la importancia de tener esa capacidad interna para encontrar las mejores salidas a las dificultades de la vida.
“Puedes considerar tu nivel de resiliencia como la cantidad de energía que tienes almacenada en tu batería interna, de la cual puedes disponer para lidiar con tus retos y tareas diarias”, (ibid. Pág. 2). El tener siempre con suficiente carga esa batería interna, nos permitirá mantener la calma en las tormentas de la vida. Este es un reto. Considero que, en general, los problemas nos agarran desprevenidos y terminamos tumbados en el piso.
Lo triste de no tener una buena dosis de resiliencia, es que uno puede terminar afectando a los seres que más ama. Entonces, vale la pena reflexionar sobre este tema de la resiliencia y buscar las mejores estrategias para aprender a tener una vida resiliente. La primera de las sugerencias para tener nuestro tanque lleno de gasolina resiliente es dormir bien. El no dormir bien es un pecado que muchos cometemos, y las consecuencias son fatales.
Lo triste de no tener una buena dosis de resiliencia, es que uno puede terminar afectando a los seres que más ama. Entonces, vale la pena reflexionar sobre este tema de la resiliencia y buscar las mejores estrategias para aprender a tener una vida resiliente. La primera de las sugerencias para tener nuestro tanque lleno de gasolina resiliente es dormir bien. El no dormir bien es un pecado que muchos cometemos, y las consecuencias son fatales.
Las dimensiones de la resiliencia son: física, emocional, mental y espiritual, y debe haber coherencia entre las cuatro, (ibid. Pág. 4). La armonía entre estas cuatro dimensiones son clave. Estas son las cuatro patas de la mesa resiliente. Si una no está bien, las demás sentirán su efecto. Pero según este libro, la dimensión en la que la mayoría de nosotros falla es en la emocional. Esto es parecido a las cinco dimensiones que forman nuestra personalidad, y de las cuales hablo mucho: afectiva/emocional, familiar, laboral, académica y espiritual. Y de estas cuatro, la principal es la afectiva, porque sobre esta se construyen las demás. Lo mismo pasa con la resiliencia, la dimensión más importante es la emocional, y aquí fallamos todos.
Hay que tomar en cuenta que un factor determinante en nuestra capacidad resiliente es el estrés. Hay muchas situaciones estresantes: el tráfico, problemas con la pareja y los hijos, no estar durmiendo bien, entre otras. Y esto es lo que nos enoja y frustra. ¿Qué hay que hacer?
Para mejorar nuestra capacidad resiliente tenemos que hacer ejercicio, comer saludable, dormir bien, pasar tiempo con personas que amamos, reírse siempre, salir con tiempo para el trabajo, ir al sauna, darse un masaje. En pocas palabras, lo que todos necesitamos es consentirnos y amarnos un poco más. Y si haciendo esto, sigue enojado, frustrado y molesto, entonces, busque ayuda profesional.

P. Orlando Pérez
Sacerdote católico, Licenciado en Teología, Licenciado en Psicología General, catedrático universitario, con una maestría en Docencia Superior Universitaria.
900 MIL GRACIAS… Y UN COMPROMISO QUE CRECE
Hoy decimos 900 mil gracias. Y también decimos: seguimos adelante, con más fuerza, más visión y más compromiso.
Hoy, en La Voz de Xela, celebramos una cifra extraordinaria: 900 mil seguidores en nuestra página de Facebook. Pero más que un número, lo que celebramos es una comunidad viva, crítica, comprometida y solidaria que nos inspira todos los días a hacer periodismo con propósito.
Gracias a ti, que nos lees, que compartes nuestros contenidos, que comentas con respeto y que confías en nosotros. Gracias a ti, que nos ves desde cualquier rincón de Xela, del país o del extranjero. Especialmente a nuestros hermanos migrantes en Estados Unidos, quienes nos honran con su lealtad y encuentran en nuestras publicaciones un puente emocional y cultural con su tierra.
Este logro nos llena de alegría, pero también de responsabilidad. Porque no se trata solo de hacer noticias, sino de hacerlas bien. Con seriedad, con enfoque, con equilibrio y con respeto a los hechos y a nuestra audiencia.
En La Voz de Xela no nos limitamos a informar. Creamos contenidos con identidad y con sentido: La Voz de Xela Sports, La Voz Futbolera, La Voz del Talento, La Voz Inmobiliaria, Entre Generaciones y La Entrevista con César Pérez Méndez son espacios que construyen, que inspiran y que unen.
Además, somos impulsores de eventos que llevan alegría y sano entretenimiento a las familias, como lo fue recientemente el Festival para Mamá, que llenó de emoción y celebración nuestra ciudad.
Somos un equipo dinámico, profesional y creativo, pero por encima de todo, somos responsables. Porque sabemos que lo que publicamos tiene impacto y que nuestro trabajo trasciende fronteras. Tenemos el compromiso de seguir siendo un medio útil, cercano, confiable, y profundamente humano.
Hoy decimos 900 mil gracias. Y también decimos: seguimos adelante, con más fuerza, más visión y más compromiso.
La Voz de Xela, tu diario digital de servicio.

Editorial
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Equilibrio con y sin tacones: ser madre, mujer y profesional
Ser madre y trabajadora es una hazaña cotidiana que pocas veces se reconoce con la profundidad que merece.
A lo largo del tiempo, la imagen de la madre ha evolucionado. De estar limitada al espacio doméstico, hoy transita oficinas, hospitales, aulas, mercados y reuniones, sin dejar de ser el corazón del hogar. La maternidad moderna no es un abandono del rol tradicional, sino una expansión de capacidades. Una mujer puede acunar a su hijo por la mañana y dirigir una junta por la tarde. No son mundos opuestos; son dimensiones que coexisten con equilibrio, esfuerzo y amor.
Llevar las riendas de una casa y una carrera profesional requiere más que disciplina: exige fortaleza emocional, organización y, sobre todo, una red de apoyo.
Muchas veces, las mujeres trabajadoras-madres tienen horarios invisibles: madrugan para preparar loncheras, cumplen jornadas laborales y, al llegar a casa, reinician otra jornada que no figura en ningún contrato, pero que impacta profundamente en el bienestar de sus hijos y su entorno.
Entre las fortalezas que emergen de esta doble jornada están la capacidad de adaptación, la resiliencia y el ejemplo. Hijos e hijas de madres trabajadoras suelen crecer con una visión más amplia del mundo, aprendiendo a valorar el esfuerzo, la independencia y el compromiso.
Además, muchas mujeres encuentran en su trabajo una fuente de identidad, realización y autonomía económica, lo que fortalece su autoestima y su capacidad de decisión dentro y fuera del hogar.
Sin embargo, no todo es simple. Existen desafíos reales: la culpa materna cuando no se puede estar en todos los momentos, el agotamiento físico y mental, la desigualdad laboral que aún persiste para muchas mujeres, y la falta de políticas públicas que favorezcan la maternidad activa, como horarios flexibles, guarderías accesibles y licencias equitativas. Además, la carga emocional que conlleva "hacerlo todo bien" es un peso que muchas cargan en silencio.
Por eso, es vital que como sociedad aprendamos a valorar el rol de la madre trabajadora no como una rareza o una heroína solitaria, sino como parte fundamental del tejido económico y social. Apoyarlas no es un acto de cortesía, es un acto de justicia.
En conclusión, ser madre trabajadora no es una contradicción, es una realidad enriquecedora. No se trata de dividirse entre dos mundos, sino de unirlos con amor, estrategia y coraje.
La clave está en entender que el equilibrio no es perfección, sino presencia plena en cada rol, sabiendo que en ambos, la mujer deja huella, construye futuro y transforma vidas.
Sara María Mendoza G.
Experta en sexualidad, derechos sexuales y reproductivos. Médica General, con especialidad en Ginecología y Obstetricia. Tiene una Maestría en Sexualidad Humana.
Efecto de las pantallas en el desarrollo de los niños
En la actualidad, la tecnología es una herramienta inevitable, y los niños pertenecen a una generación que no conoce la vida sin ella.
Por lo tanto, no se puede evitar el hecho de que, en algún momento, deberán tener contacto con las pantallas. Sin embargo, aunque resulte muy tentador entretener a los niños con una pantalla, se recomienda retrasar o limitar este acceso lo más posible para no afectar de forma negativa su desarrollo.
La exposición prolongada a las pantallas en niños menores de cinco años tiene mayores repercusiones en su desarrollo. No obstante, luego de los cinco años, se debe continuar con la limitación de esta exposición, ya que su desarrollo continúa después de esta edad.
En el caso del desarrollo social y emocional, puede haber consecuencias negativas en el desarrollo cognitivo del menor, alterando la atención, el lenguaje, el aprendizaje, la concentración y la resolución de problemas. Además, la falta de interacción con otras personas o con las actividades que lo rodean puede perjudicar la comunicación, tanto verbal como no verbal, la empatía con los demás e, incluso, la facilidad de interactuar con otros niños.
También existen efectos en la salud, como la obesidad causada por el sedentarismo y la falta de actividades al aire libre. Asimismo, se ve afectada la calidad del sueño, dificultando tanto conciliarlo como lograr un descanso reparador.
En este contexto, recomiendo evitar y retrasar el contacto del niño con las pantallas lo más que se pueda, sustituyéndolo con juegos de aprendizaje y estimulación. Como es una generación que crece con la tecnología, llegará un momento en el que será inevitable permitirles el acceso a las pantallas. Cuando llegue ese momento, es recomendable limitar su uso a no más de una hora por día y complementarlo con otro tipo de actividades al aire libre y con la práctica de algún deporte.

Crysta Nowell
Psicóloga Industrial / Organizacional, Magíster en Gestión del Talento Humano, asesora en procesos de recursos humanos, capacitadora y especialista en reclutamiento y selección de personal.
OpiniónPsicología
Para los que están en eminencia. Parte I
Como siempre, es preciso indicar que toda persona eminente, es aquella que tiene cualidades que destellan, que sobresalen, que tiene un alto mérito en su vida profesional, religiosa, también social, comunitaria, en ese sentido, decimos que esta persona está en eminencia. Asimismo, la Biblia nos enseña que toda persona que está en eminencia —desde el punto de vista cristiana— debe prestársele cierta reverencia, reitero, lo mismo sucede con personas que ocupan ciertos puestos de mucha relevancia política y social. La Biblia nos enseña que debemos orar por las personas que están en eminencia —reyes, presidentes, jueces, diputados, alcaldes, etc., — para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. -1.ª. Timoteo 2:2. A propósito, la iglesia católica hace unos días eligió, por medio de sus cardenales, al papa León XIV como sucesor del papa Francisco, en ese sentido, los cardenales son tratados con el título de “Su Eminencia”, de esa manera se les reconoce su posición de honor y autoridad.
Pero, en el caso específico de mi columna de opinión, los que están en eminencia ejerciendo el poder político y judicial, ¿cuál es el verdadero objetivo de orar por ellos? ¡Qué tarea tan difícil y complicada de entender las cosas!
Llevamos décadas y décadas diciendo, las autoridades son puestas por Dios, en tal sentido, debemos someternos a esa autoridad. Pero, ¿tú, oh Dios, pusiste a estas personas sin principios y valores para que nos gobiernen? Me resisto a creer en eso. Y, bajo esas circunstancias, ¿aún debo someterme a ellos? Cuando leo la definición de someter, se me eriza la piel. -Someter: Sujetar, humillar a una persona, entregarse, obedecer. Si hiciere lo contrario, estaría rebelándome a esa autoridad.
Los que están en los tres poderes del Estado, casi no tienen cualidad de eminentes, es decir, no sobresalen o no están por encima del promedio del área donde se desenvuelven, me refiero al presidente, vicepresidenta, ministros, viceministros, diputados, jueces, magistrados, fiscales. Todos o casi todos, están cortados con la misma tijera, o, son lobos de la misma loma, o, en el mejor de los casos, se tapan con la misma chamarra.
Si acaso, los eminentes diputados muestran un alto nivel de habilidad, conocimiento o calidad, responsabilidad, respeto en su labor como legisladores. Por lo que hemos visto —con rarísimas excepciones—, los diputados son mediocres, insignificantes, es decir, lo contario de eminente. En el caso de los que procuran e imparten justicia, su mediocridad brilla, resplandece a tal punto que, muchos prefieren no mirar, no hablar, no oír; ¿Señor mi Dios, acaso tú pusiste a estos hombres para que tengamos que someternos a ellos y obedecer sus órdenes? No Señor, tú no los pusiste, perdóname por semejante reproche. ¡Perdón!
Pero, entonces, ¿qué nos está pasando, por qué tenemos a estos malhechores, agresores, antisociales, malandros como nuestras autoridades? Pero, de todos modos, ¿tenemos que orar por ellos? Qué relajo en el que me he metido, Señor.
¡Perdóname! Porque yo vendí mi voluntad y mi conciencia al votar por estos malandros, pensé que, con una lámina, una pila de cemento, bloc, un trabajo en cualquier dependencia del Estado, yo y, mi familia íbamos a estar bien y me importó un pepino que estas personas con mi pleno conocimiento de malandros, iban a robar nuestro dinero, yo voté por ellos. Te pido perdón, señor, por tanta irresponsabilidad mía.
A todo esto, como cristianos debemos atacar frontalmente este cáncer llamado corrupción, pero con sabiduría, con responsabilidad y carácter, debemos obedecer a toda autoridad legítima, es decir, funcionario que ejercer su poder de forma aceptada y reconocida por toda la sociedad y que sus ordenanzas, sea de beneficio común, en el caso del poder judicial, sus resoluciones o sentencias sean justas, correctas, ecuánimes, apegadas a derecho y de acuerdo a los usos y costumbres de cada pueblo. Debemos atrevernos a cambiar nuestra comunidad, departamento y país, por el bien de las futuras generaciones.
La corrupción de la justicia es el grado más bajo de la perversión humana. Platón
Arnoldo Soch Tzul
Contador Público y Auditor, asesor financiero y fiscal de pequeñas y microempresas, exalcalde comunitario, auditor social desde hace más de 25 años.
Si me sacara el corazón del pecho y lo pusiera sobre esta mesa, saltar
“Si sacara mi corazón y lo pusiera ahorita sobre la mesa, saltaría, rebotaría de alegría y emoción por la felicidad que me dan mis hijos”.
“Si sacara mi corazón y lo pusiera ahorita sobre la mesa, saltaría, rebotaría de alegría y emoción por la felicidad que me dan mis hijos”.
Esa frase la escuché esta tarde de un buen amigo, mientras compartíamos un café y hablábamos de negocios, de crecimiento personal, espiritual… y, por supuesto, de los hijos.
Sus palabras me conmovieron, porque capturan una verdad silenciosa que muchos padres llevan en el alma: nuestros hijos no solo nos dan alegrías, nos transforman y aceleran nuestro corazón. Cada paso que dan, cada logro que alcanzan, cada obstáculo que vencen, es como una chispa que enciende en nosotros una emoción indescriptible. Y es que ver triunfar a un hijo no solo es motivo de orgullo, es una dicha tan intensa que el corazón parece no caber en el pecho.
Sin embargo, no siempre lo notamos. A veces, los hijos no se dan cuenta de que sus triunfos también son nuestros. Que sus fracasos, también duelen aquí, en el centro del alma. Que muchas veces, los padres lloran en silencio cuando ven a sus hijos sufrir, tropezar o rendirse. Pero también ríen por dentro, profundamente, cuando los ven avanzar, crecer, ser felices.
Los hijos debemos saber que lo que hacemos o dejamos de hacer repercute también en quienes nos aman incondicionalmente. No estamos solos. Somos parte de una historia compartida.
Mi amigo hablaba con los ojos brillando. Orgulloso de ver a sus hijos involucrarse en la vida, en los negocios, en el futuro. Orgulloso porque son buenos seres humanos. Y en su voz se notaba eso: que si pudiera sacarse el corazón del pecho y ponerlo sobre la mesa, ese corazón saltaría de alegría.
Y el mío también.

César Pérez Méndez
Licenciado en Ciencias de la Comunicación (Usac), con tres maestrías en diferentes campos y Doctor en Investigación en Educación (Usac). CEO de La Voz de Xela, profesor universitario y conferencista.
El legado de Pepe Mujica
Ha trascendido el fallecimiento del expresidente de Uruguay, conocido como Pepe Mujica, quien es uno de los funcionarios públicos que ganó popularidad y aceptación en su país y a nivel mundial debido a que gobernó con austeridad, ética, y honesta, entre otros valores que practicó.
En Guatemala, desde el año pasado y en este 2025, en distintas entidades públicas se ha visto un aumento o autoaumento de sueldo, lo que ha generado que la población demande que algunos funcionarios se bajen el sueldo debido a que el salario mínimo para la población en general está muy por debajo.
Contrario a lo que sucede en nuestro país, el exgobernante de Uruguay donaba el 90% de su salario para la construcción de casas y escuelas, además no quiso vivir en la casa presidencial, siguió viviendo en su casa de siempre y gobernó bajo un modelo socialista demócrata, sin que necesariamente estuviera atado a una ideología.
Algo importante es que logró reducir la tasa de pobreza en su país, Pepe Mujica es considerado un político coherente, es decir, que su discurso coincidía con su manera de vivir, evitando la opulencia y en contra de la sociedad de consumo, promoviendo la justicia social y la igualdad.
En estos tiempos, el legado del expresidente uruguayo radica en la humildad para gobernar, priorizando las necesidades de la población y la honestidad, poniendo en práctica el principio ético de que los funcionarios públicos están para servir y no para servirse.
A nivel latinoamericano es difícil que un funcionario público logre posicionarse, sin embargo, José Mujica logró trascender y ser un modelo moderno de buena gobernanza y austeridad, contrario a lo que estamos viendo que sucede con la mayoría de funcionarios públicos en el resto de países de la misma región.

Vilma del Rosario Xicará
Con más de 20 años de experiencia en finanzas, auditoría pública, impuestos y rendición de cuentas. Docente universitaria, Contadora Publica y Auditora, y Dra. en Auditoría Gubernamental y Rendición de Cuentas y Transparencia en la función pública.