Vivimos en un mundo muy convulsionado, estresante y de prisas. Toda cambia a cada instante, todo fluye (Heráclito). Los problemas y las prisas cotidianas generan ansiedad y estrés. Si se sale a la ciudad de Xela o a la ciudad de Guatemala, hay que tener lleno el tanque de paciencia, prudencia y cortesía. Algunos quisieran pasar por encima de uno en las colas. Hay colas de carros, colas de gente en los bancos, colas en restaurantes, etc. El miedo de salir a la calle es latente. La inseguridad aún persiste. En donde dos o tres están, unos a otros se critican, se pelean y se pelan. Somos complejos.
De ahí la importancia de tener “euthymia”, es decir, sosiego y paz. La eutimia es tener bienestar psicológico y mental. Para mí la eutimia es tener paz interior. Y esto es clave para vivir en esta sociedad llena de ruidos y desenfrenos de toda índole.
En un trabajo hay un poquito de todo: compañeros, mentalmente, sanos; y compañeros, mentalmente, enfermos. Y son estos últimos los generadores de chismes y veneno en las empresas. Los líderes de los negocios y de las empresas tienen que estar atentos a este tipo de gente, para poderlos cortar de raíz en el momento que se conviertan en piedras de tropiezo para los demás.
En las familias también pueden existir familiares conflictivos y sin salud mental. Estos familiares enfermos son los que llevan y traen chismes. Y aseguran que muchas cosas son ciertas, sólo porque las vieron en una red social o porque fulano se las dijo. Y se convierten en agentes de división en el seno de las familias. Una vez descubiertos los chismosos, hay que cortarlos de raíz. Por lo que, tener una buena dosis de paz interior, es clave para soportar tales sujetos tóxicos cercanos a nosotros.
Se requiere de mucha paz interior en los grupos sociales y religiosos. Nunca faltan personas que en los grupos se convierten en una pesadilla. Son desobedientes y tercos. Quieren hacer siempre su voluntad y no son dados a los cambios. Es un desafío para los que lideran estos grupos, buscar los medios necesarios para alimentar de paz interior a tales sujetos problemáticos.
Incluso en las relaciones de pareja es indispensable una buena dosis de paz interior. En una pareja hay puntos en común, pero también hay temas que se convierten en fuentes de disgustos y cóleras. No es justo para la pareja vivir siempre con disgustos y perder su paz interior, por situaciones sencillas.
Algo que podemos hacer para reducir el nivel de estrés y ansiedad producida por el tráfico pesado, la presión en el trabajo y los problemas personales, es incluir algunas horas de ejercicio durante la semana. Además del ejercicio físico, puede aprender a hacer algunos ejercicios de respiración. Inhale y cuente hasta cinco, luego exhale lentamente. Repita este ejercicio varias veces, hasta que se sienta tranquilo/a. Si puede, de vez en cuando vaya a sauna y hágase un buen masaje. Esto último es una manera de consentirse.
Y por supuesto, para encontrar la paz interior, es indispensable hablar con Dios a través de la oración mental. Como buenos cristianos y honrados ciudadanos (Don Bosco) hay que crear espacios de reflexión personal y llenarnos de esa paz y luz que solamente el Dios de Jesucristo puede darnos.
Dios es el motor principal de mi vida, me gustan los retos. Soy amigo de la verdad y enemigo de la hipocresía.