El optimismo aumenta la energía y mejora la calidad de vida.
Luigi Anolli
Con el objeto de clarificar términos, para comprender mejor el mensaje de este artículo, la palabra balance viene del francés balance, que significa balanza, instrumento que sirve para medir.
Ahora que termina el año es ocasión de medir, de hacer un balance del 2020 con la intención revisar los aspectos positivos y negativos para deducir una valoración general y regular el equilibrio para un próspero 2021.
Este ejercicio se convierte en un estudio comparativo de las circunstancias y factores que intervinieron en el proceso vivido, para prever para el año entrante una evolución positiva.
En términos contables, que se pueden transferir a la vida cotidiana, es hacer una confrontación del activo y del pasivo para averiguar el estado de nuestro caudal, aumentarlo y dotarlo de mejor calidad.
¿A qué elementos de nuestro activo debemos dirigir la atención para fortalecerlos? Recordemos que Dios nos ha regalado salud, energía, inteligencia, entendimiento, comprensión, autoconocimiento y otros dones.
Qué medios podemos utilizar para potenciarlos más? Alimentación saludable, estudio, dedicación, diligencia, atención, descanso, recreación, trabajo, buen humor, tan saludable, inteligencia emocional, optimismo, considerado por Luigi Anolli, como una actitud mental que tiene unos efectos claramente positivos sobre nuestra salud física y mental, sobre la vida social y económica, sobre el trabajo y la sociedad en general. Por supuesto que no hay que olvidar que el optimista debe ser realista.
¿Qué elementos de nuestro pasivo debemos eliminar o por lo menos disminuir? Defectos, principalmente ansiedad, pereza, pesimismo, desesperanza, desaciertos, preocupación, apatía, errores, antivalores, deudas, desavenencias, incomprensiones y enfermedades. Pero ¿cómo? Con fuerza de voluntad, honestidad, paciencia y perseverancia, actitud relajada. Con la firme creencia, de que nosotros somos los principales protagonistas de nuestra historia.