Todos llevamos dentro, el niño que fuimos.
Si usted observa, tal parece que los adultos de esta sociedad, son niños que están jugando a ser policía, doctor, profesor, cocinero, chofer, vendedor, banquero… Y dentro de ese juego se pelean, discuten, ceden y vuelven a jugar. Otros juegan a ser padres que regañan, protegen y vigilan a los otros. Y se hacen responsables de lo que hicieron o dejaron de hacer.
Usted, ¿Qué rol es el que juega mayormente? ¿Yo niño? Quizás se comporta caprichoso, avergonzado, atemorizado, egoísta, vengativo… Quizás le gusta fantasear y dejarse llevar. Haciendo actividades y compras compulsivas de forma irresponsable, que después se arrepiente.
Al arrepentirse, es muy probable que busque al yo padre severo interno, castigador, violento, enérgico… que le maltrate con tal de que usted sea un buen niño, y así poder expiar sus pecados y limpiarse, quedando listo para volverse a ensuciar.
En su rol de yo niño, busca que los ojos vigilantes del yo padre para que le apruebe y le diga, “eres un buen chico”. O quizás, le sorprenda diciendo todo lo contrario, “eres un niño malo”, te mereces un escarmiento.
Todos en sociedad juegan los tres papeles en algunas ocasiones. Aunque se vea al rol de yo adulto como el más sano, jugar a ser niño de forma consciente es bueno, va generando esa madurez que le lleva a ser adulto. El rol de yo niño, también tiene aspectos positivos, en donde surge la creatividad, la imaginación constructiva, la diversión, la felicidad, el recibir cariño. Jugar a ser padre, en sociedad, aunque genera ansiedad, estrés, conflictos y consumo de energía, también mejora la convivencia.
Sin embargo, la recomendación es que principalmente se comporte como yo adulto, que significa que se hace responsable de sus obligaciones, sin hacerse responsable de los deberes de los demás. Un adulto realista, analítico, coherente, que hace lo que debe y no lo que quiere. Que es sincero, humano, respetuosos, flexible, empático y resolutivo.
Le dejo la siguiente frase para que reflexione: “La diferencia entre un niño y un adulto es… el precio de sus juguetes.”
Psicólogo clínico con más de 25 años de experiencia, docente universitario, escritor de temas de salud mental para la familia, la pareja y el niño. <strong>YouTube:</strong> Mil tips de Salud Mental y Escalón Infantil <strong>Facebook:</strong> Oswaldo Soto Psicólogo