Estamos iniciando el sexto mes del año. Considero que es un buen momento para evaluar y reflexionar sobre la ruta caminada durante estos meses. Seguramente, ha habido días muy bonitos y espectaculares, pero también ha habido días un tanto agridulces, ya sea por culpa propia o por la lengua de algunas personas que no aguantan el crecimiento profesional que se va adquiriendo.
Lo más importante es que, a pesar de los días nublados, el sol siempre ha salido durante estos meses. La envidia y el resentimiento son dos virus ante los cuales hay que vacunarse hasta más de cuatro veces creo yo. Algunos sufren porque les tienen envidia, porque les tienen odio o bien porque los marginan. No se preocupe por eso y no sufra por eso, puesto que usted jamás podrá erradicar ese tipo de sentimientos negativos de quienes los padecen.
Lo que sí le compete es “no hacerse bolas”. No les ponga atención a los chismes, a los dimes y diretes de las moscas humanas. Recuerde que la fruta de madura se cae solita. No tiene que hacer nada. El tiempo le dará la razón. Cuando escuche que “disque dice que dijeron”, mándelos a freír espárragos. No se quite la vida por comentarios que no le ayudan a evolucionar como ser humano.
Tiene medio año para disfrutar el don de la vida. Use este tiempo para aprender, para amar y para dejar un legado. Hay quienes viven muy pendientes de la vida de los demás, pero no de la suya. Usted por su parte, esté pendiente más de su vida y de cómo usted puede invertir toda su energía en producir buenos frutos, frutos que permanezcan en la memoria de su gente.
Mejor pida al Creador de la vida que le dé un corazón grande para amar. Un corazón rebosante de amor, le permitirá sumar más momentos agradables y significativos para su vida. “Cuanto más pequeño es el corazón, más odio alberga”, (Víctor Hugo). Un corazón grande sí puede cambiar el pasado y puede cambiar a las personas que tanto daño le han hecho a lo largo de su historia.
Al principio de este año se planteó objetivos y metas. ¿Cómo va con ellas? ¿Las está alcanzando? Cada uno sabrá. Lo cierto es que el odio y el rencor son los peores obstáculos para alcanzar esos objetivos planteados al principio de este año. Entonces, decida si quiere continuar así o mejor “borrón y cuenta nueva” de aquí a fin de año.
Intente buscar fuentes positivas y constructivas a las cuales pueda acudir cuando las pedradas sean cada día más continuas y fuertes. Esas fuentes positivas pueden ser: una buena confesión, una buena terapia psicológica o bien, un diálogo profundo con Dios. Recuerde que quienes lanzan veneno y piedras no tienen salud mental, ni mucho menos a Dios en su corazón. Y lo que quieren es destruirlo y desbordarlo. Pero usted tiene que ser inteligente y sabio, dejándose alimentar por las fuentes antes mencionadas.
Ojalá nuestro sistema inmunológico físico, psicológico y espiritual se fortalezca durante este medio año de camino que nos falta por recorrer. El odio, el rencor, la envidia y los deseos de venganza no le ayudarán a resistir. Pero el amor, el perdón y la paz sí le ayudarán a resistir cuantas tormentas o depresiones tropicales emocionales aparezcan de aquí en adelante. Confíe en usted y en Dios.
Dios es el motor principal de mi vida, me gustan los retos. Soy amigo de la verdad y enemigo de la hipocresía.