Hace más de 500 años, a nuestros territorios llegó gente violenta, desalmada, sin escrúpulos –adjetivos muy tibios, comparado con la barbarie cometida-, con el fin de llevarse los metales preciosos –oro, plata, etc.-, utilizaron todo tipo de instrumentos para someter a nuestros ancestros; es importante conocer que, esta gente sin escrúpulos vestidos de religiosos –Juan Rodríguez de Fonseca- trajo a tierras americanas veinte perros de las razas mastín y galgo, para amedrentar a los “indios” y así cumplir su misión “evangelizadora”. -https://iberoamericasocial.com/perros-conquista-america/-.
Igual que nuestros ancestros y hoy, para nosotros, a más de 500 años, la cosa no ha cambiado nada, absolutamente nada, perdón si ha cambiado, antes el oro y la plata que se robaron se lo llevaban en barcos inmensos conducidos por capitanes profesionales y diestros para defenderse a muerte contra los corsarios, piratas y filibusteros que por más de 200 años tuvieron férreas batallas en alta mar quedándose o intentando quedarse con las riquezas americanas que iban en estos barcos (galeones), por ejemplo el barco Golden Hind (Cierva Dorada) que fue utilizado por el corsario Francis Drake para apoderarse de los metales preciosos robados en tierras americanas. Imagínese estimado lector, durante doscientos años peleando en alta mar, por nuestros metales precios robados en estas tierras. En doscientos años, ¿cuántos viajes realizaron y cuánto se llevaban en cada viaje?
Perdón, si ha cambiado, hoy, los ladrones, saqueadores de nuestros metales preciosos, mercantilmente convertidos en sociedades anónimas, tienen a sus representantes en la presidencia de la república, en el ministerio de Energía y Minas, en el ministerio de Gobernación, en el Congreso de la República, en el Ministerio Público, en la Corte Suprema de Justicia, en la Corte de Constitucionalidad, o sea, tienen cooptado al Estado de Guatemala y con licencia en mano, siguen llevándose nuestros metales preciosos. Antes usaron perros, hoy gente de corbata.
Desde hace más de 50 años las empresas extractoras de metales preciosos están haciendo de las suyas en Izabal, casi todos los años esta población es sometida a Estados de Sitio, otro mecanismo que ha utilizado el gobierno para legalizar y custodiar el robo que cometen las empresas extranjeras, desde hace cinco años más o menos, las comunidades del Estor, Izabal ha sufrido el asedio del Estado represor para beneficiar al capital extranjero. Lejos, muy lejos está el mandato constitucional y supremo del Estado, es a saber, el Estado de Guatemala se organiza para proteger a la persona y a la familia; su fin supremo es la realización del bien común; es deber del estado garantizarle a los habitantes de la República la vida, la libertad, la justicia, la seguridad, la paz y el desarrollo integral de la persona; el Estado garantiza y protege la vida humana desde su concepción, así como la integridad y la seguridad de la persona. Los tres primeros artículos de la constitución política de la república y los tres primeros artículos violados constante y sistemáticamente por el mismísimo Estado, entonces, para qué fregados está el Estado, es obvio que necesitamos otro Estado, un Estado que vele por el fin supremo, es decir, la realización del bien común, digo, para empezar, porque es evidente que, con el actual Estado y con las actuales “autoridades de gobierno”, jamás llegaremos lejos.
Es incomprensible, y causa estupor ver las imágenes captadas por valientes periodistas, de helicópteros militares –artillados, supongo porque son militares- sobrevolando el área del municipio de El Estor, Izabal, y causa aún más indignación los videos que circulan en redes sociales, de policías y militares custodiando camiones, plataformas haladas por cabezales -corriendo a la par y en ambos lados-, cargadas del botín extraído de los yacimientos ubicados en este municipio, todos esos recursos –policías, militares, helicópteros, auto patrullas, sueldos, comidas, etc., son pagadas con nuestro dinero, entonces, como ciudadanos ¿qué debemos hacer?
Contador público y auditor, docente universitario y ex alcalde comunitario.