¿Y los dueños de los buses extra urbanos?

No ha terminado el primer mes del 2022 y se han suscitado varios accidentes provocados o en donde están involucradas unidades de transporte colectivo como buses y vehículos, generando como consecuencia la muerte de varios ciudadanos.

Como consecuencia en la mayoría de los casos los pilotos escapan a las autoridades y en otros pocos se ha detenido y consignado al piloto.  En uno de los casos sucedidos en Quetzaltenango se dio como resultado la muerte de dos niñas y su padre, lastimosamente se determino que el piloto estaba conduciendo en estado de ebriedad.

Además, su edad es de 20 años y para conducir un bus extraurbano se establece como requisito poseer licencia tipo A tener veintitrés años cumplidos y como mínimo 3 años de tener licencia B o C.  Ante lo cual surge varias interrogantes porque pudieron haberse cometido otros delitos aparte de delito imputado por la muerte de las niñas y su padre.

Por ejemplo, es importante establecer si en efecto el piloto tenía una licencia tipo A, de donde la obtuvo, quien se la dio, es verdadera o falsificada; y lo más importante es establecer como el patrono lo contrató sin cumplir los requisitos mínimos para conducir una unidad de transporte colectivo poniendo en sus manos la vida de las personas que transportaba.

Un aspecto que se debe investigar y castigar es el de los empresarios dueños de los buses, ya que son ellos quienes inician la relación laboral o de contratación de servicio con los pilotos, es necesario que se castigue también a los dueños o representantes legales de las empresas de transporte que han causado accidentes.

Las unidades de transporte no están a nombre de los pilotos, es decir, quien va manejando no es el dueño del bus, por otro lado, obviamente está recibiendo un salario o un pago por manejar, y también por medio del número de placa se puede establecer a nombre de quien está la unidad de transporte y por supuesto quien ha sido el contratante del seguro que obliga la ley a que tenga el transporte extraurbano.

Debe castigarse también la irresponsabilidad de quienes contratan personal que no cumple con los requisitos mínimos para manejar un trasporte colectivo, además no existe una adecuada supervisión por parte de las empresas para verificar el estado de saludo con el que van a manejar los pilotos, una adecuada programación de turnos, lo que genera que en ocasiones vayan con sueño o en estado de ebriedad.

Cuando una empresa comete delitos como defraudación tributaria o hace mal una construcción, quien responde es el representante legal o el dueño, en estos casos de accidentes con mayor razón debe procesarse además del piloto también a los propietarios de las empresas de transporte porque hay de por medio vidas de personas inocentes; todavía con el agravante de que cuando el piloto huye no quieren proporcionar los datos cuando claramente las empresas los conocen pues nadie le dará un bus a alguien que no conoce.