Se conoce como emprendimiento a la actitud y aptitud que toma un individuo para iniciar un nuevo proyecto a través de ideas y oportunidades. El emprendimiento es un término muy utilizado en el ámbito empresarial, por su relacionamiento con la creación de empresas, nuevos productos o innovación de los mismos.
La palabra emprendimiento es de origen francés entrepreneur, que significa ‘pionero’. No obstante, en el siglo XX el economista Joseph Schumpeter ubica al emprendedor como centro del sistema económico, mencionando, “la ganancia viene del cambio, y este es producido por el empresario innovador”.
En Guatemala desde hace algunos años este término ha tomado fuerza, tomando en cuenta que poseemos una economía frágil y un número alto de desempleo, que provoca que se utilice cualquier actividad que genere ingresos, es decir, en este país somos emprendedores por necesidad, sumado a que la educación oficial está diseñada a construir empleados y no gente con potencial creativo. El “emprendimiento” se ha vuelto entonces en una nueva propuesta para la creación de fuentes de ingreso digno, existen instrumentos como la política nacional de emprendimiento o la política pública de cultura del municipio de Quetzaltenango, que proponen generar las mejores condiciones para que pueda haber nuevos mercados que brinden servicios y que a su vez incentiven el movimiento económico en el país, respetando el sistema legal y fiscal establecido, si bien hay varios esfuerzos desde diferentes espacios (gobierno, sector privado y académico), hace falta mucho para tener cada vez más soñadoras y soñadores que se animen a crear nuevas empresas y productos.
En Quetzaltenango hemos visto durante los últimos años el nacimiento de proyectos que están trabajando para que el emprendimiento sea una alternativa real para mejorar las condiciones del territorio, casos como Alterna, los centros Promipyme, el Ministerio de Economía, la Municipalidad de Quetzaltenango por medio del Centro Casa No´j y más recientemente el programa Xelajú Naranja han evidenciado la importancia de ver en estas corrientes de pensamiento y acción una puerta para pensar una ciudad con una dinámica social que valore las ideas y esfuerzos de las y los jóvenes principalmente, quizá una de las principales barreras que haga que la gente no se anime a apostarle a una idea sea el miedo al cambio, a no atreverse a pensar en nuevas posibilidades, no hay nada más esperanzador, por ejemplo, que escuchar a un chico hablar de cómo decidió renunciar al tedioso empleo en un banco y dedicarse a hacer videojuegos, o a alguien que luego de la depresión de recibir una fría e impersonal carta de despido recapacita para pensar que la vida no se acaba ahí, y que creer en sus propias ideas es la llave para un futuro de satisfacción, ya es hora de abandonar las oficinas, las corbatas, los tacones, ya es hora.
En una dinámica económica en la que estamos cada vez más rodeados de empresas transnacionales que ahorcan a las pequeñas empresas, en una sociedad cada vez menos soñadora, más impersonal y plástica, es fundamental creer en ese capital de ideas, animarse a pensar que es posible un desarrollo sostenible que traiga beneficios a toda la comunidad, no se trata únicamente de pensar en beneficios personales, sino de romper esa terrible idea que este sistema consumista nos trata de implantar a la fuerza.
Cuando me enteré que un nuevo medio de comunicación iniciaba en Quetzaltenango no dejó de parecerme una sensacional propuesta, por un lado porque una ciudad que se dice ser moderna y con un legado cultural y periodístico amplio no lo puede ser sin tener un medio de comunicación que esté a la altura del momento histórico, es decir, un medio de comunicación contemporáneo que pueda dar la posibilidad de generar un verdadero pensamiento crítico que ayude a resolver de alguna forma los problemas que tenemos como sociedad, pero también me parece interesante la idea de tener una nueva propuesta de comunicación nacida en Quetzaltenango, y creada por un grupo de periodistas locales que en el espíritu más emprendedor se animan a darle batalla a esos grandes monstruos monopólicos nacionales que mantienen el poder en la información, el primer paso está dado, animarse a entrar en el mercado, el siguiente pasó estará por verse, a lo mejor puede ser el más difícil, mantenerse y generar una identidad, el emprendedor o emprendedora no puede serlo si no se anima a tirarse al agua y probar, que la voz de Xela sea eso, una idea innovadora que pueda abrirse paso en este difícil terreno de generar pensamiento e información.
Poeta, gestor cultural y editor de origen maya k´iche´, ha trabajado por más de 13 años en proyectos culturales en Centroamérica, escribe columnas de opinión en medios de Quetzaltenango y Guatemala, amante del Xelajú y las rocolas.