La ciudad de Quetzaltenango, es una de las más importantes de la república, aún se le considera la segunda ciudad en importancia en Guatemala, pero, ¿aún lo será?, porque, es cierto que ha crecido comercialmente, cuenta con una buena planta de instituciones educativas, varias sedes de organizaciones del Estado, una población creciente, entre otras cosas. Lo que genera la duda, es ese crecimiento que ha sido desordenado y sin mayores controles por parte del gobierno municipal, se puede decir que llevamos varios años adoleciendo un gran vacío de autoridad municipal. Solo quienes no han querido, no se ha adueñado de una parte de los espacios públicos o poner un negocio informal en la vía pública o dentro de los parques. Del desorden en el tránsito de vehículos, no puede uno más que lamentarse, porque, hay una policía municipal de tránsito, pero no sirve para nada, cada vez hay más agentes y el desorden sigue empeorando.
Dentro de ese caos, se presta uno de los servicios esenciales para la población quezalteca, como lo es el transporte urbano, que para empezar se regula con un reglamento que ya cumple los treinta años, obviamente, pertenece a un contexto muy diferente al que hoy se vive.
Este fenómeno, sí constituye un problema relevante, porque la mayoría de la población quezalteca utiliza el transporte público para trasladarse a su trabajo, centro de estudios, mercados, visitas a familiares, etc. En noviembre del año recién pasado la Dirección de Investigación del Centro Universitario de Occidente (Dicunoc), presentó los resultados de su segunda encuesta ciudadana y con los datos que recopilaron, establecieron que 58% de los entrevistados utilizan el transporte público, 25% utilizan vehículo particular, 10% emplean motocicletas, 6% caminan y 1% la bicicleta. La información nos dice entonces, que más de la mitad de la población depende del transporte público y una cuarta parte del vehículo particular. En una publicación de la Dicunoc de este mes, en la que se detalla sobre los medios de transporte más utilizados por los quezaltecos, la información que se presenta evidencia que 66% de las mujeres utiliza el transporte público, contra 46% de hombres, lo cual quiere decir que son las féminas las que más sufren con ese servicio. Al revisar la información por escolaridad, se evidencia que 75% de las personas sin estudios utilizan el transporte público, 74% las de nivel primario, 65% de nivel básico, 55% de nivel diversificado y 46% los de nivel universitario. La gente sin estudios y la de menor escolaridad es la que más depende del transporte público para movilizarse, probablemente porque es la de menores ingresos, mientras que, los que cuentan con estudios universitarios, son los que menos utilizan ese servicio y también son los que emplean en mayor proporción el vehículo particular. En el mismo informe, al ver la información por etnia, se encuentra que 67% de los indígenas utilizan el transporte público, mientras que los ladinos 46%, lo que nos indica que son los primeros los que más aguantan ese mal servicio.
Obviamente, debe ser la pura necesidad la que obliga a la mayoría de las personas a utilizar el transporte público, porque es de malísima calidad y de mucho riesgo para la seguridad personal, por lo deteriorado de las unidades y por la delincuencia dentro de las mismas. Con ese mal servicio se incentiva el uso de otros medios de transporte, como los automóviles y las motocicletas, el problema es que las calles de Xela ya no dan para más vehículos. Lo bueno sería que se incentivara el uso de la bicicleta, pero es tan peligroso que casi nadie la utiliza, o también incentivar la caminata, pero resulta difícil en lugares donde vendedores formales e informales se han apropiado de las aceras y otros pasos peatonales.
Es incuestionable que el servicio de transporte público de personas es esencial para los diversos sectores de la población quezalteca y por esa razón, quienes pretendan ser miembros de la futura corporación municipal y particularmente la alcaldía, deberán contemplar dentro de su oferta de gobierno municipal una propuesta de modernización del servicio de transporte urbano, con la cual se persiga dignificar a los usuarios con un servicio decoroso y a la altura de una ciudad importante como lo es Quetzaltenango. Para empezar, deberá aprobarse un nuevo reglamento acorde a las condiciones y necesidades actuales del municipio, evaluar si conviene que el servicio lo preste la municipalidad, empresas privadas idóneas o por medio de una alianza público-privada. Lo que no es permisible, es continuar con la forma en que actualmente se presta el servicio, es decir, de mala calidad e inseguro para los usuarios. La era de los pilotos abusivos y maleducados, unidades destartaladas sin cumplir con todos los requisitos legales y con delincuentes a bordo, deben ser cosa del pasado.
De parte de la Dicunoc, hemos entregado estudios a la municipalidad para mejorar el servicio de transporte urbano, ¿qué han hecho con ellos?, no lo sabemos, pero mucho de lo que allí se presenta y se propone, sigue vigente y puede emplearse como insumos para dotar de un mejor servicio a los habitantes de Xela.
Administrador público, economista, politólogo, abogado y notario, y profesor universitario.