Existe un aumento de casos en donde los hijos violentan tanto física como emocionalmente a los padres, siendo las madres en número creciente las que sufren mayor maltrato de parte de los hijos. El vivir este tipo de maltrato genera en el padre o madre vergüenza y no lo platican con los demás, pobremente tarden mucho tiempo en pedir ayuda y algunas veces se evidencia este tipo de maltrato por alguna repercusión grave.
Se estimaba antes del 2020 que un 14 % de menores de entre 13 y 18 años han ejercido algún tipo de agresión o violencia contra sus padres, lo que se evidencia estadísticamente que ha empeorado pues en 2022 se estimó que hasta un 34% había ejercido este tipo de violencia contra sus padres, el padre no solo tiene problemas para reconocer en un inicio que es un problema, se llena de sentimientos de culpa con un sentimiento de fracaso de los padres por estar experimentando una relación tan dañina con loa hijos.
Algunos términos que se empiezan a escuchar más frecuentemente: el “hijo tirano” o el “síndrome del emperador”. Esto ocurre cuando, ante la falta de normas claras, el niño toma el lugar de los padres e impone su voluntad a base de amenazas o berrinches. Y cuando como padres no podemos colocar los límites de la forma más adecuada y con solidez, nos veremos mas inmiscuidos en esta violencia filio parental.
Dentro de esta problemática vemos a la sobreprotección como otro de los puntos que más genera las conductas de maltrato de los menores hacia sus padres. Cuando, desde la niñez, no se les han proporcionado herramientas para tolerar las negativas y frustraciones de la vida, no pueden aceptarlas ni tolerarlas. Los hijos sienten que todo debe ocurrir tal y como lo esperan, y que todos sus deseos y expectativas han de ser satisfechos. Si esto no sucede, montan en cólera y reaccionan con agresividad porque no han aprendido a gestionar estos escenarios de un modo más sano y asertivo. En algunos casos llegan a homicidio de los padres.
Es importante reconocer los signos de esta violencia filio parental, cuando esta situación ya se ha dado, es importante buscar ayuda cuanto antes. Muchas veces con la atención psicológica adecuada, la mayoría de familias logran corregir las conductas negativas y adoptar dinámicas saludables. El estar callados y permitir abusos solo perpetua la sensación de superioridad del hijo y de indefensión de los padres. «Es un padre sabio aquel que conoce a su propio hijo.»— William Shakespeare
Experta en sexualidad, derechos sexuales y reproductivos. Médica General, con especialidad en Ginecología y Obstetricia. Tiene una Maestría en Sexualidad Humana.