La democracia en Guatemala estaba hace diez años en proceso de rebeldía, podría decirse en un estado de pubertad. Por aquellos años los ciudadanos teníamos esperanza, veíamos una luz en el túnel. Destello que debía ir creciendo a medida que recorríamos la oscuridad. Sin embargo, hoy, ya no vemos la luz. Todo frente a nosotros se ha tornado oscuro. Miles de ciudadanos abandonan el país todos los días por la falta de oportunidades. No existe una convivencia en libertad, con dignidad y respeto a los derechos de la persona.
Pronto la democracia será un sueño fugaz, que algunos vimos, y no defendimos. Hoy solo vemos señales de una dictadura. El Estado Republicano requiere de la existencia de tres organismos, totalmente independientes. El Ejecutivo, el Legislativo, ambos electos en las urnas, mediante un proceso transparente, sin injerencia de poderes ocultos, este debiera ser el ideal, pero no es así. Las elecciones del año dos mil diecinueve fueron un rotundo fraude. A pesar de todos los indicios, nadie dijo nada, y la comunidad internacional fue cómplice.
Sin un presidente que represente la unidad nacional, no hay, y no habrá, democracia. El país esta sin rumbo. El presidente Alejandro Giammattei responde a intereses de mafias transnacionales, y esto esta documentando en la investigación que le costo el trabajo, y lo condeno al exilio, al Fiscal Sandoval. Los tentáculos de las corporaciones internacionales superan por mucho a la justicia. Por ello Estados Unidos no responde en favor del pueblo guatemalteco, simplemente no le interesa, por ello ha respaldado a Giammattei y lo seguirá haciendo. Pero el problema, va más allá de la ausencia del presidente, nuestro país no tiene vicepresidente. Ni me acuerdo del nombre de él, por eso no lo cito. Fue electa una pareja, no una persona. El flamante vicepresidente solo se dedica a giras, gastando el presupuesto y justificando su altísimo salario.
No tenemos un Congreso de la República representativo de las grandes mayorías que integran la población guatemalteca. La elección de los diputados desde su concepción es ilegitima. La votación no se hace por la persona, se realiza a la planilla, o al partido. De esa cuenta si usted voto por Juan, que iba en la tercera casilla, finalmente le dio la curul a Pedro, quién ocupaba la primera casilla. Lo peor es que la mayoría de votantes, no se percatan de este problema, y no les interesa.
La ineficiencia del Congreso queda plasmada en la imposibilidad, durante los dos años y medio de su gestión de elegir a los magistrados de las máximas cortes del país. Diversos pensadores, filósofos y profesionales de diversas disciplinas coinciden de que la justicia independiente es la base de una democracia, lo que han llamado “Estado de Derecho”. Ni justicia hay en este país, gracias al mal trabajo de los congresistas, o a un trabajo basado en una agenda con intereses particulares de ciertos grupos delincuenciales que gobiernan. No elegir magistrados, es para los diputados un beneficio, ya que mantienen sujeta la decisión de las cortes a sus intereses.
Más de tres años llevan los magistrados de la Corte Suprema de Justicia ejerciendo su labor de forma ilegal. El periodo para el cual fueron electos ya finalizo. Un caso similar se da con las cortes de apelación. Ahora bien, si quienes deben cumplir, aplicar y exigir que se cumplan las leyes no lo hacen, que podemos esperar del resto de la población. Una acción digna de los magistrados seria dar por finalizado su periodo, con ello presionan a los diputados para elegir a sus sustitutos. Pero no lo van a hacer, pues son parte del plan que busca consolidar la dictadura en el país.
El ciudadano común en Guatemala no se ha percatado de los graves riesgos que afronta en la actual coyuntura de cooptación del Estado. En la captura de José Rubén Zamora se materializo un acto, que no es aislado, de ataque a la libertad de expresión, cuyo objetivo es vedar a los ciudadanos de su derecho a estar informados. Desde dos mil diecisiete se consolido una estrategia que va encaminada a cerrar todo medio de comunicación que este informando objetivamente sobre lo que sucede en el país, sobre todo, aquellos que denuncien actos de corrupción. Esta captura tiene relación con el fraude en la Universidad de San Carlos de Guatemala, la elección de un procurador de los derechos humanos a la medida de los intereses perversos de los actuales gobernantes, y la próxima elección de un Contralor General de Cuentas, sumiso y alineado al pacto de corruptos.
El alto costo de la vida, precios elevados en los productos de la canasta básica alimentaria, constituyen parte de esa nefasta agenda. No son producto del comportamiento del mercado. A esto se viene a sumar el desempleo. En una dictadura, como la que se esta consolidando en el país, mantener pobre y con hambre a la población es bueno para los intereses de los dictadores.
La noche se tornará más negra en el próximo proceso electoral. El Tribunal Electoral ha iniciado una persecución de todos aquellos candidatos que no han firmado con el pacto de corruptos, con el objetivo de no permitir su participación en las próximas elecciones del año dos mil veintitrés.
Los ciudadanos tenemos una opción, y esta es acudir a las urnas de forma masiva, votando por candidatos progresistas e independientes que representen a la población mas desfavorecida y a los pueblos originarios, los que hoy no tiene vos. Hagamoslo. Nuestro abuelos mayas nos enseñaron que después de una noche oscura, siempre amanece.
Profesor universitario, académico, profesional de las Ciencias Económicas.