Si a Hitler se le conocía como el anticristo por las atrocidades que cometió, especialmente contra israelíes y el pueblo judío, de igual manera Donald Trump merece el mismo calificativo. Parece que se siente dueño y un emperador en el mundo; cree también que el mundo es una más de sus propiedades; que es una selva sin ley y que puede imponer la suya a cualquier precio, por salvaje, cavernaria e inhumana que sea.
No puede calificarse de otra manera a quien, desde que asumió la presidencia de los Estados Unidos con un modelo electoral discutible, donde puede resultar electo quien tiene menos votos a su favor (Hilary Clinton obtuvo más de dos millones sobre los que tuvo Trump en la elección), ha demostrado un odio, resentimiento y rencor acumulado contra quien no piense como él; cree, ingenua y descabelladamente que su voluntad es la que cuenta, y trata de imponerla al precio que sea. Odia salvajemente a los migrantes y olvida deliberadamente que históricamente, Estados Unidos de Norteamérica también es un país formado por migrantes pues, como se sabe, fue colonizado por inmigrantes ingleses, que llevaron consigo los avances tecnológicos de la época, lo que le permitió despegar, crecer y desarrollarse.
Trump es multimillonario; dueño de grandes empresas en varios países del mundo, y tal parece que al alcanzar la presidencia cometió una grave equivocación: creyó, o cree, que compró una empresa multinacional y que puede tratar a los habitantes del mundo, como es de suponer, ha de tratar a sus empleados.
El organismo legislativo en los Estados Unidos de Norteamérica está conformado por el sistema bicameral: la cámara alta integrada por los senadores o sea, el Senado, y la cámara baja integrada por los diputados, o sea el Congreso de la República. También existe el Estado bipartidista, pues solo existen dos partidos políticos: el Demócrata y el Republicano; en ambas cámaras el Republicano tiene mayoría, aunque en menor proporción en el Congreso o cámara baja.
Esa mayoría ha multiplicado los abusos y decisiones arbitrarias de su presidente, pero muchas de sus propuestas han sido frenadas, porque son tan temerarias y tan fuera de contexto, que algunos republicanos no lo han apoyado con su voto, lo que ha impedido la aprobación de varias, que en no pocos casos, han ido cargadas del veneno que nutre los sentimientos del presidente quien, pretextando los intereses de su país, pretende abusivamente atentar en contra de los intereses de otros países y la dignidad de sus habitantes, especialmente en los de América Latina, pues otros de Europa, Asia y otros más, lo han puesto en su lugar. Afortunadamente algunos gobiernos de Latinoamérica ya están reaccionando, como sucede con México, que contrariamente al Gobierno de Guatemala, que con “su flamante” ministra de Relaciones Exteriores, no disimulan su servilismo como lo demuestran varias acciones entre ambos países.
En la última disposición: «Tolerancia Cero» (puede ser penúltima; no se sabe lo que sigue) del anticristo, deja al descubierto su enfermiza obsesión por expulsar migrantes, y lo que no es sino malevolencia químicamente pura o producto de un rencor y odio reprimidos, se complementa con algo más que no puede calificarse sino como un gorilato: separar a padres de los hijos y lo más criminal: enjaular en cuarteles a más de 1,450 niños, como está ampliamente difundido; tanto que se califica a Trump como el nuevo «Fuhrer», asociándolo con Hitler cuando en su desesperación por ver perdida la Segunda Guerra Mundial, este envió a niños al frente para sacrificarlos.
Sobra destacar que la esquizofrénica disposición del presidente provocó el rechazo y condena mundial, e incluso, lo que no se sabe si fue por voluntad propia o forsivolunariamente: que la esposa Melania visitara a los niños donde los tenían enjaulados, lo que obligó a Trump, en contra de su voluntad y a regañadientes, a rectificar su cavernaria y demencial disposición, que lo hará recordar, hasta ahora, como el presidente más criminal y odiado de los Estados Unidos de N. A.
Soy un profesional comprometido con la transparencia, la crítica y la propuesta, e identificado con los problemas sociales; los intereses y necesidades de los de a pie. / lufesaldy@hotmail.com