PUNTUAL
Guatemala es esplendorosa, solo falta conocerla más; no esperemos que sean los turistas extranjeros quienes lo digan primero. Hay muchas formas de viajar y conocer, les voy a platicar desde mi deporte favorito, como aficionado del atletismo.
Si no fuera por los tenis, conociera menos mi país.
Hay ciclos en esta disciplina, especialmente en los medio maratones, que comienzan en enero con la Max Tott y terminan en noviembre con la 21k de Esquipulas. A esta fecha solo nos queda la San Silvestre.
En el territorio nacional hay muchas carreras, pero los participantes saben que no todas son buenas y que el factor determinante es la organización, porque el más importante es el atleta, quien se tiene que sentir cómodo en varios sentidos.
Ahora entre tantas carreras hay muy buenas y con destinos impresionantes, comenzando por las Verapaces, con el Medio Maratón Internacional de Cobán que se realiza en mayo. Para estos viajes no te puedes perder un sinfín de lugares antes o después de la carrera, desde el Salto de Chilascó, la catarata más alta de Centroamérica; pasando por las místicas cuevas de Lanquín hasta Semuc Champey.
El fin de semana último descubrí otro destino de carreras, la bella ciudad de Esquipulas en la perla de oriente Chiquimula. Allá, sin duda alguna, ya se instaló una de las mejores carreras del país, 21k de Esquipulas. A pesar de haber sido la segunda edición, la organización no tiene nada que envidiarle a la de Cobán o de la Ciudad de Guatemala. Está muy bien orquestada y cuenta con el apoyo de muchas personas y marcas. Para ser la segunda edición y que hayamos corrido más de cinco mil personas, se puede considerar un éxito. La colocaría como la tercera mejor carrera del año.
Ir a la tierra de la fe es un buen pretexto para darse un paseo por los jardines de girasoles gigantes y para visitar la Basílica del Cristo Negro de Esquipulas. En estas fechas el clima es bastante parecido al occidente.
La 21k de San Juan Sacatepéquez, Guatemala, en junio, conocida como La carrera del pueblo es impresionante no solo por los paisajes y bosques que ofrece el recorrido, sino porque es una oportunidad para conocer los rosales de exportación, como en la finca Mayakotz’ij.
El medio maratón de Las Rosas que tiene lugar en La Antigua Guatemala, en julio, tiene un recorrido colonial con vistosas flores y casas antiquísimas, y un público alentador.
Correr la Guatemágica 21k es espectacular, porque se insinúa ir al puerto de Champerico y luego se regresa hasta el cruce de Santa Cruz Muluá; esta es en marzo. Después de cada carrera hay mucho por hacer, conocer y degustar.
Está el Medio Maratón de Atanasio Tzul en la tierra de los pinos y las manzanas, en Totonicapán, en septiembre que, ofrece un recorrido fantástico en los tradicionales cantones con un público alegrísimo.
El Ascenso a Los Cuchumatanes, cada agosto, premia a los atletas con una caricia a las nubes y una espectacular vista de pájaro desde los altos montes.
Xela y su 21k en su paso por la Cuna de la Cultura se suma a ese recorrido por el país para ofrecer una guía turística ligada al atletismo. Solo falta entrenar lo suficiente y transpirar pasión por las carreras.
Los eventos atléticos suman a una vida saludable, pero, además, son una oportunidad como anillo al dedo para el turismo, porque cada corredor generalmente no viaja solo, va con amigos o la familia, utilizan hoteles, consumen en restaurantes y necesitan medios de transporte. El atletismo también mueve a la economía.
Si las empresas y las autoridades de cada lugar vieran este potencial, las carreras serían de otro nivel. Cada destino citado en esta opinión podría además ser un excelente destino turístico en el rubro de las carreras. ¡Todos felices y contentos, sigamos corriendo!
Licenciado en Ciencias de la Comunicación, con tres maestrías en diferentes campos y Doctor en Investigación en Educación. CEO de La Voz de Xela, conferencista nacional e internacional y profesor universitario.