Se nos viene un proceso electoral con normas y leyes a favor de los corruptos. Miles de millones de quetzales desfilaran a favor de todos los políticos tradicionales. Los partidos que han gobernado, como el actual, y los otros veinticinco que representan a este sector, harán derroche de fuerza regalando bolsas de alimentos, pagando por el voto y comprando voluntades.
Sin embargo, los buenos somos más. Esto es una realidad, si usted esta interesado en participar en política hágalo, defienda sus derechos y los de su familia, incida de manera positiva en las decisiones gubernamentales. Cada vez que una persona ajena a los tentáculos de la corrupción se postula, los políticos tradicionales tiemblan, pues hagámoslos temblar y derroquemos a los traidores de la patria.
El actual gobierno amenaza a alcaldes y a todos los que no se unan a su partido. Utilizará el Ministerio Público para criminalizar a los rivales, delitos bien fundamentados, total, la ley se retuerce al derecho y al revés. La contraloría será otra arma para evitar la inscripción de contrincantes, es fácil, se audita la gestión del rival, se le imponen multas altas y no se le entrega la constancia. Pero si esto falla, le queda el Tribunal Supremo Electoral, quién ya ha demostrado con sus acciones, que evitará a toda costa y con todos sus argumentos, aparentemente legales, pero selectivos, la inscripción de candidatos progresistas y de izquierda. Pero nada queda al azar, el sistema computarizado que se utilizará el día de las elecciones ya tiene una ruta para manipular los datos y garantizar el fraude electoral. Recuerden que en 2019, se culpo al encargado de sistemas, pero nunca se investigó, solo fue un conejillo de indias.
A todo lo anterior se suma la estrategia del asesinato mediático. Este consiste en contratar, como lo ha hecho la municipalidad de Xela, personas que manejen páginas en las redes sociales para desacreditar a sus opositores políticos. Esta será durante el proceso electoral una de las armas mas letales, con la que sin importar el daño a la persona y a su núcleo familiar destruirán la imagen y la vida de quien se ponga en su camino.
Para evitar que personas honorables participen en política, los corruptos se han encargado de convencer a los ciudadanos de que no deben participar, ya qué, si lo hacen, también son corruptos. Finalmente, dicen, el que en la miel anda, algo se le pega. Esta estrategia ha funcionado. Muchos ciudadanos honestos, capaces, inteligentes y con gran experiencia se abstienen de participar, así evitan el riesgo, que incluso ha llevado a muchos a la tumba, como el caso de Manuel Colon Argueta o Alberto Fuentes Mohr, entre otros. Tengo la convicción que en este proceso electoral, toda la maquinaria de los corruptos estará al servicio del fraude. A pesar de ello, la esperanza se centra en un alto porcentaje de guatemaltecos que ya están hartos del sistema político, económico y social, voltean a ver al otro lado. Ya no están dispuestos a seguir excluidos, olvidados, marginados, pero sobre todo explotados. Se vienen tiempos mejores, porque en las próximas elecciones la ciudadanía si tendrá una opción diferente para elegir. Esta en juego el futuro de más de diecisiete millones de guatemaltecos, seamos responsables al momento de elegir.
Profesor universitario, académico, profesional de las Ciencias Económicas.