Xelajú MC terminó su participación en el torneo Apertura de la Liga Guate Banrural de manera digna: llegando a semifinales del torneo, donde empataron la serie 2 a 2 contra Comunicaciones, pero perdiendo en tanda de penales por marcador 4 a 2 y dejando una imagen positiva después de haber tenido una fase regular trivial, donde clasificó en octava posición y con números negativos en cuanto a diferencial de goles y a tan solo 3 puntos de la zona del descenso.
En el futbol, como en la vida, la reglas y lo legal, es lo que vale, dicho esto: el formato del torneo le permitió al cuadro Superchivo recomponer su imagen y desempeño en fase final, siendo un equipo totalmente diferente en cuanto a resultados, comparado a la fase de clasificación; eliminando en duelo directo al primer puesto con un global de 6 a 2, y empatando 2 a 2 la serie semifinal ante Comunicaciones, perdiendo el acceso a la gran final en tanda de penales.
Definitivamente dos historias diferentes de un equipo en un mismo torneo, mostrando que está más para series de eliminación directa que para un torneo que demande regularidad y constancia al cúmulo de todas las jornadas, un dato para no tomar a la ligera, ya que para pelear un título en series de eliminación directa, primero hay que clasificar y a pesar que en este torneo Apertura clasificaron, no lo hicieron de manera contundente y solvente, sino que contaron con la fortuna que en el cierre del torneo, sus rivales cercanos y con mejor posición en la tabla, dejaron de sumar puntos o recibieron más goles en contra, permitiéndoles clasificar en la última fecha por diferencial de goles en octava posición.
Sin embargo, pese a haber plasmado una imagen más que aceptable en los últimos cuatro encuentros disputados, tienen que enfocarse en que iniciarán el torneo Clausura a 3 puntos de la zona del descenso, estando obligados a hacer un torneo mucho mejor al realizado en el Apertura para alejarse del área baja de la tabla general y por consecuencia, clasificar en una mejor posición en la lucha por el título.
De no conseguir esa regularidad, podría peligrar su permanencia en la máxima categoría del futbol guatemalteco.
El dicho de “el fin justifica lo medios” encaja perfectamente en el desenlace del torneo realizado por los dirigidos por Amarini Villatoro, porque llegaron hasta semifinales, pero si nos enfocamos en las formas y el camino, no podemos ocultar el ordinario nivel y desempeño que tuvieron previo a llegar a los duelos de eliminación directa.
Los gustos y opiniones son diversas en el entorno del gigante departamental; donde algunos les gusta la propuesta y modelo de juego del equipo, siendo notoriamente defensivo y poco vistoso, mientras que otro sector definitivamente no llenan sus expectativas, sin embargo al final de cuentas, las resoluciones al término de las competencias, confirman si fue positivo o negativo el desenlace.
En cuanto a rendimientos individuales positivos en el equipo, nuevamente hay que resaltar la zona defensiva, siendo Calderón el estandarte y bastión, donde también tuvieron regularidad: Moreira, Ruíz, González y Navarro, mientras que en medio campo Cardona y Mynor fueron los más sobresalientes. Al adentrarnos en la zona ofensiva, tenemos que mencionar que fue la del desempeño más fútil, pero si hay que mencionar a algunos, los más sobresalientes fueron Cardoza y Rentería .
En conclusión, hay mucho por trabajar y mejorar para el torneo clausura 23/24, siendo la certeza y contundencia en ataque, el punto más importante en cuestión.
Las cosas como son.