Ya poco a poco estamos realmente ya de regreso a la normalidad, pero con graves problemas que ya por si nos molestaban a diario además que hoy tenemos que lidiar con muchos cambios y problemas que suceden en nuestras vidas, desde un empleo, hasta la pérdida de un ser querido, las identidades públicas o simplemente estar aguantando el caótico tráfico.
Mi madre me dijo un día “no quiero que valgas la pena mijo, quiero que valgas el tiempo, las risas los sueños, las palabras, los cambios, que valgas cada momento”. Tenía toda la razón además que aprendí a no ser el tipo de hombre que una vez enamora a la chica de sus sueños, se relaja y baja la guardia como tantos que conozco desde argentinos hasta esos adinerados que viven en zonas exclusivas.
Tenemos que ser la mata dragones, el Don Juan o el Casanova, todos los días del año con o sin dinero y con una sola mujer. Y esa sola mujer por supuesto no te dejara de verte como el hombre de sus sueños. Con el tiempo empecé a sentir un proceso de renovación en que debemos de hacer las cosas bien y evitar perder el tiempo. La fidelidad también juega un papel importante puede ser el mejor regalo que alguien quien te ama te puede dar. Lo material se acaba, la lealtad y la confianza se construye cada día. Tenemos que tener muy claro que los cambios son difíciles, pero sino vivimos de las experiencias creo que seguiremos cometiendo los mismos errores una y otra vez y simplemente no logramos aprender y como diría un gran maestro “el cambio está en ti”.
Eso sí todo lo que hagamos de hoy en adelante esa transformación empieza por uno mismo. Tu estado emocional tú lo decides, imaginémonos una vida sin problemas no es vida y de esto tendríamos que ser creados educadamente y con valores como puede ser algo simple como la honradez. Cada día nos estamos afrontarnos a muchos retos desde levantarse temprano para hacer la cama, hasta convivir con las personas correctas. Es muy fácil quejarse y decir que todos tenemos problemas y que todo es “una lata”. Es aún más fácil también ser pesimista.
Pero entonces hagámonos la pregunta ¿qué estás haciendo al respecto? Admiro esas personas cuando se encuentran con personas que dicen “estar muy ocupadas, que no puede ser como antes, que algo ha cambiado, que es muy complicado y que necesitan su espacio”, me asombra esas personas que abren la jaula de la vida y mandan a esas personas toxicas hipócritas a volar. Los problemas siempre existirán, nunca perdamos la fe, durante el proceso, ni la esperanza, y recuerda, las dificultades son parte integral del camino.
No es posible estar deprimido todo el tiempo, entonces tampoco es posible no ser feliz todo el tiempo. Somos seres humanos y nos equivocamos, así como también aprendemos de nuestros errores. ¿Cuándo te quedes atascado en un problema recuerda que hay muchas cosas por las cuales ser feliz (mira desde ángulos nuevos no considerados antes)? Hoy es un nuevo día, el pasado por algo ya pasó ahora a aprovechar el presente y prepararse para el futuro, aun recién empieza. Y, por último, adoptemos una actitud de gratitud porque nos guía hacia una visión amplia llena de posibilidades. Sin embargo, lo importante no es lo que suceda, sino, como se reacción hacia la dificultad. Solo recordémonos lo lejos que hemos llegado, todo lo que has enfrentado, todas esas batallas que has ganado y todos esos temores que haz superado.