Quetzaltenango ha crecido en varios aspectos, principalmente un crecimiento poblacional, pues, existen personas y familias completas originarias de otros lugares que se han trasladado a la ciudad por estudios o trabajo; también es notorio un crecimiento en la infraestructura destinada a vivienda y ahora vemos un crecimiento en el tránsito de transporte pesado.
El transporte pesado que transita por la ciudad es bastante, tanto el que tiene como destino específico la cabecera departamental como el que va solo de paso. Sin embargo, este tránsito no es supervisado adecuadamente, el personal de la policía municipal de tránsito es insuficiente para supervisar todas las vías por donde transitan vehículos livianos y pesados.
Se ha convertido en algo normal que camiones, tráiler, plataformas y buses grandes transiten por calles o avenidas, sin importar si estas son residenciales, escolares o están en los alrededores de centros médicos y hospitales, entre otros. Esto es sumamente peligroso, ya que existen zonas escolares como, por ejemplo, en las cercanías de la Escuela de Pacajá, zona 10 donde transitan muchos camiones; o la escuela urbana mixta República de Holanda zona 9, en donde las aulas están a la orilla de la calle; estando a merced de cualquier incidente que pueda suceder.
Por esas razones debe fortalecerse la policía municipal de tránsito para que tenga presencia en la mayoría de las calles y avenidas, así también para que trabajen en un horario más amplio y a que por la naturaleza de sus funciones un horario de oficina no es funcional, ya que el transporte pesado circula a cualquier hora y en cualquier calle sin importar si es angosta o si es de doble vía, obstruyendo la visibilidad y el paso de los peatones y los vehículos que circulan a sus alrededores. Con una mejor organización se logrará el tránsito dentro de la ciudad sea más fluido.