En estos días termina el subsidio para los combustibles regular, súper y diésel, y, nuevamente se pretende aprobar un nuevo subsidio millonario por medio de una propuesta presentada por el Ministerio de Energía y Minas -MEM-, denominada “Ley de Apoyo Social Temporal a los Consumidores de Combustible Diésel” en donde se pretende subsidiar con Q5 por galón de a los consumidores de diésel por un periodo aproximado de dos meses iniciando el 5 de agosto y finalizando en septiembre.
Para financiar ese nuevo subsidio se necesitan aproximadamente Q400 millones de quetzales, si dividimos los Q400 millones dentro de Q5 que se subsidiará por galón, ese monto alcanza para cubrir 80 millones de galones de diésel, es decir los distribuidores tendrían que vender 80 millones de galones de diésel en dos meses. Aquí la pregunta es, ¿Quién controla ese subsidio y si los despachos son reales o solo en papeles?
Como atenuante, el -MEM- no cuenta con el presupuesto para financiar dicha iniciativa de ley, por lo que se pretende financiar con fondos vigentes que fueron destinados por decretos de ley a Rescate económico a las familias por los efectos causados por el Covid-19, y de los saldos que aún quedan de la Ley para e financiamiento y adquisición de vacunas contra el coronavirus Covid-19. Los dos subsidios anteriores se financiaron con sados de caja según indicó el Ministerio de Finanzas Públicas -MINFIN-
Existe falta de sentido común y tino en estrategias económicas y financieras por parte del -MEM- y el -MINFIN- ya que a nivel internacional los precios del combustible están a la baja desde hace varias semanas lo cual ya se debió reflejar en los precios de venta de los importadores y distribuidores.
No se necesita mucha ciencia ni sabiduría para deducir que la prioridad en este momento entre el combustible y las vacunas para niños es la adquisición de vacunas, ya que actualmente los están vacunando solo con donaciones, esperando que países amigos regalen lo que es una obligación del Estado tener a disposición de la población infantil, más aún en estos momentos álgidos de la pandemia que han quedado expuestos con la quinta ola de contagios.
El subsidio prácticamente es una fuga de dinero que va a caer a un agujero negro que nadie sabe a donde va a parar ni quienes son los verdaderos beneficiados porque no se han rendido cuentas de como se han utilizado los anteriores, es inaudito que Guatemala sea el único país donde los precios no bajan lo que demuestra que esa no es la solución; quizá valdría la pena pensar en liberar la importación directa de combustibles de otros países como México en donde los precios están muy por debajo de los vigentes en Guatemala.