La innovación de Guatemala se posiciona en el puesto 98 de 127 países».
La innovación está íntimamente relacionada con el cambio constante. En el contexto económico, la innovación es un factor determinante para el crecimiento, ya que permite a las empresas producir bienes y servicios con valor agregado, que son mejor pagados por sus clientes. Innovar es crear algo nuevo que genera valor agregado.
En un contexto global, la innovación permite a los diferentes países competir mejor para brindar adecuadas condiciones de vida a sus habitantes.
Recientemente fue publicada la décima edición del Índice Global de Innovación, elaboradO por la Organización Mundial de la Propiedad Intelectual, por la Escuela de Negocios Insead y la Universidad Cornell, organizaciones que conjuntamente han analizado el comportamiento de la innovación a nivel global.
En su orden, las primeras economías mejor calificadas son: Suiza, Suecia, Países Bajos, Estados Unidos de América, Reino Unido, Dinamarca, Singapur, Finlandia, Alemania e Irlanda.
Respecto a la región, observamos que Costa Rica encabeza el listado, ubicándose en el puesto 53, Panamá en el 63, El Salvador en la posición 96, Guatemala en el puesto 98 y, por último, Honduras en la posición 104. Nicaragua no alcanzó el umbral mínimo de cobertura de datos, por esta razón no tiene índice. Respecto a otros países latinoamericanos, Chile se encuentra en la posición 46 y México en la 58.
El Índice Global de Innovación evalúa el desempeño de siete (7) indicadores relacionados con: Infraestructura, Capital humano e investigación, Instituciones, Sofisticación del mercado, Sofisticación empresarial, Producción de conocimientos y tecnología, y Creatividad.
Respecto al desempeño de Guatemala, considero que debemos mejorar, porque la calificación superior ha sido en los indicadores de Sofisticación empresarial y Sofisticación de mercados; y los indicadores menos favorables se encuentran en la Producción de conocimiento y tecnología, Instituciones, investigación y capital humano, e Infraestructura.
La innovación impacta en la diversidad productiva e incrementa los ingresos
Al dar un vistazo rápido a economías más desarrolladas que la nuestra, vemos que Europa le ha apostado a fortalecer actividades relacionadas con la producción de automóviles, piezas aeronáuticas y derivados del petróleo; por otro lado, Asia ha fortalecido actividades relacionadas con tecnología, producción de ordenadores, circuitos integrados, equipos de televisión; Estados Unidos y Canadá trabajan con el petróleo refinado, entre otras actividades. Todas las anteriores impactadas favorablemente por la innovación.
En nuestra región centroamericana aún nos encontramos produciendo materias primas, haciendo falta un recorrido importante que nos lleve a la transformación productiva con valor agregado, que nos permita competir adecuadamente en un entorno global.
Para el caso de Guatemala, estamos exportando productos tradicionales como azúcar, café, banano y cardamomo. Respecto a los productos no tradicionales, nos encontramos exportando: artículos de vestuario, hierro, acero, hule, aluminio, entre otros. Cabe mencionar que, de acuerdo a cifras de Agexport, la exportación de productos no tradicionales representa el mayor número de ingresos del total de las exportaciones de nuestro país.
Vea cómo la innovación impacta en el ingreso de la población: Suiza, que ocupa el puesto número uno en innovación, tiene un ingreso pér capita de 58,500 dólares, Estados Unidos de América 55,800 dólares. Localmente, Costa Rica 15,500 dólares y Guatemala 7,700 dólares.
Este indicador, más que alarmarnos, debe ponernos manos a la obra, es urgente invertir en Investigación y Desarrollo, actualizar las mallas curriculares en todos los niveles educativos, fortalecer al capital humano, fortalecer nuestras instituciones, invertir en infraestructuras, entre otros retos de país que debemos procurar sean atendidos, principalmente por nuestros dirigentes políticos. Es necesario que el presupuesto de nuestro país reduzca el gasto y aumente significativamente la inversión en temas de innovación y desarrollo económico.
Contador público y auditor, profesor universitario, consultor empresarial y voluntario en desarrollo económico local y competitividad.