Heráclito de Éfeso (540-480 A. C.) afirmaba que “todo fluye”, que todo cambia. En Guatemala la realidad cambia a cada instante, sobre todo en el ámbito político y de justicia. Es indignante la manera como funciona la clase política y el sistema de justicia. Ejemplos: el presupuesto de ingresos y egresos ya fue publicado en el Diario Oficial, una nueva redada de capturas de jóvenes el pasado jueves en la mañana y una luz en la oscuridad que proporciona la CC con su resolución del pasado miércoles 14 de diciembre. Es una realidad que exige una actitud de vigilancia.
El poder, mal aplicado, enferma a cualquiera, y ha enfermado a muchos, no sólo a la clase política, sino también a personas en otros contextos del país. Es una situación compleja. Y al escuchar sus declaraciones en los diferentes medios de comunicación, abundan en soberbia y altanería. Ojalá reflexionen durante estos días y cambien la soberbia por la humildad, para gobernar con excelencia.
La presión internacional es una luz en este valle de lágrimas en donde abundan las ratas hambrientas de comerse lo poco que queda de democracia. A las ratas parece que les vale que les quiten las visas o les impongan otro tipo de sanciones; pero no creo que sean tan piedras, como para no sentir el más mínimo efecto negativo en sus propias vidas. La soberbia verbal no es más que un mecanismo de defensa ante semejante fracaso profesional.
Definitivamente los seres humanos somos complicados. Nos complicamos la vida y se la complicamos a los demás. Los efectos de esa complejidad se perciben en el seno de las familias, en los grupos y en la sociedad en general. Sería bueno que todos meditáramos sobre la finitud de la vida, y que venimos a este mundo por tiempo limitado, puesto que no somos eternos. Y tal vez este tipo de reflexión haría más humanos e íntegros a los más imbéciles de la sociedad actual.
Y como si nada, ya llegamos a la cintura del mes de diciembre, y los cambios en la sociedad no se detienen. Y así como cambia la realidad a nivel nacional, también cambia a nivel personal. Estos días previos a la navidad, tómese un café consigo mismo, consigo misma, para analizar su propia realidad. Posiblemente también dentro de usted mismo existan situaciones que le están arrinconando a callejones sin salida. Esos callejos sin salida, requieren de una pequeña pausa en el camino, para hacer un breve proceso de introspección. Estos procesos introspectivos se convierten en la pauta para hacer decisiones correctas y certeras.
Por lo tanto, ahora que tiene un poquito más de tiempo, piense sobre su propia vida, y manténgase despierto. Estamos en el tiempo de adviento. Un tiempo para preparar el camino de Jesús. Y la mejor forma de preparar el camino del Señor, es asumir una actitud de vigilancia ante cualquier situación malévola inesperada. El mal es cabrón y no se duerme. Un ejemplo de que el mal no se duerme es la realidad actual de Guatemala.
A pesar de tantos contratiempos que la vida nos presenta, hagamos el esfuerzo por hacer cambios personales, para luego incidir en la vida de la sociedad en general y transformarla. La realidad nacional es preocupante. Pero también es preocupante la realidad eclesial, puesto que también dentro de la misma iglesia hay varios aguacates podridos. Pero no hay que perder la esperanza de que esta realidad de pecado puede cambiar. Que Dios nos conceda su gracia.
Dios es el motor principal de mi vida, me gustan los retos. Soy amigo de la verdad y enemigo de la hipocresía.