La seguridad industrial puede entenderse como el conjunto de normas obligatorias dirigidas a la prevención y protección de los accidentes laborales que puedan causar daños a las personas, a los bienes o al medioambiente de la institución o empresa.
Existen trabajos en los cuales se corren más riesgos que en otros, razón por la que entre las normas obligatorias se encuentran las siguientes: Uso obligatorio de equipo de protección personal, Capacitación regular en seguridad, Mantenimiento de equipos y herramientas, Señalización de Seguridad y Comunicación Visual, Orden y limpieza en el lugar de trabajo, Control de sustancias peligrosas, y Procedimientos a seguir en caso de una emergencia, entre otros.
Las personas que prestan sus servicios y fuerzas laborales a instituciones públicas o privadas sepan que el patrono al contratarlos para ciertos trabajos que incluyan peligro para el trabajador como alturas, con equipo o maquinaria peligrosa, electricidad, o exposición a líquidos inflamables o dañinos; se les debe de prestar todo el equipo de protección y seguridad de calidad. Esto incluye la exposición a fertilizantes, pesticidas, y líquidos inflamables, entre otros.
Lo anterior, con el objeto de evitar accidentes o daños permanentes al colaborador. También, el equipo que debe ser de calidad y se le debe dar el mantenimiento necesario para que esté en buenas condiciones. En ese sentido, cuando las empresas o industrias no provean al trabajador del equipo y capacitación necesarios para desempeñar su trabajo en las condiciones idóneas, se pueden y deben presentar las denuncias para que las instancias encargadas hagan la verificación que corresponda.
Los colaboradores deben dar a conocer por escrito cualquier riesgo que detecten en el trabajo y hacerlo del conocimiento del patrono para coadyuvar a conservar un clima laboral estable, además, deben conocer cómo actuar ante un accidente laboral y seguir las acciones concretas a seguir.