El turismo es una de las actividades que ha permitido a muchos países y localidades crecer económicamente y desarrollarse”.
Para la Organización Mundial del Turismo (OMT), de la que Guatemala forma parte desde 1993, el turismo es… “un fenómeno social, cultural y económico relacionado con el movimiento de las personas a lugares que se encuentran fuera de su lugar de residencia habitual por motivos personales o de negocios/profesionales”. Esas personas o visitantes pueden ser nacionales o foráneos, cuyas actividades involucran la realización de un gasto turístico.
Esa “industria sin chimeneas”, como se le ha llamado al turismo, es entonces, una de las actividades que ha permitido a muchos países y localidades crecer económicamente y desarrollarse. Eso quiere decir que el turismo es importante socioeconómica y culturalmente, porque contribuye con el ingreso de divisas, y por lo tanto con la balanza de pagos, genera empleo directo e indirecto, propicia el emprendimiento de actividades económicas locales para generar bienes y servicios para los visitantes, hay intercambio cultural, y obviamente el Gobierno nacional y local se beneficia con la recaudación de más tributos.
A pesar de que Guatemala tiene la economía y la población más grande de Centroamérica, el turismo solo aporta alrededor del 3 % del producto interno bruto (PIB), mientras que Costa Rica cerca del 5 % de su PIB y Panamá poco más del 8 %. Es obvio, porque esos países sí le han dado la importancia que merece esa actividad económica, particularmente, en infraestructura, seguridad ciudadana en general y al turista en particular, algo que en nuestro país aún no se visualiza, a pesar de la carga presupuestaria que representan organizaciones como el Inguat, con tan pobres resultados.
Con la inseguridad ciudadana que se mantiene en nuestro país, la escasa infraestructura turística y la necedad de los organismos de Estado encargados de su promoción, seguiremos sin aprovechar los beneficios que esta industria podría significar para muchos guatemaltecos, en cuanto a empleo y mejora en su calidad de vida. El impulso de esta actividad podría contribuir a detener la migración de nuestros connacionales hacia otros países en búsqueda de empleo y mejores condiciones de vida.
Aparte de la ciudad capital, que es la más violenta, en el interior del país las cosas no andan mejor, peor aún, desde el 27 de julio del presente año, el Departamento de Estado de los Estados Unidos de América emitió un travel advisory, o alerta de viaje, en el que se recomienda a los ciudadanos de ese país reconsiderar viajar a seis departamentos, dentro de los que está incluido el de Quetzaltenango. A nivel de país, la alerta pasó de nivel 3 (reconsider travel o reconsidere viajar) a nivel 2 (exercise normal precautions o tenga más precaución), pero los seis departamentos que incluyen a Quetzaltenango quedaron con nivel 3, lo que significa que se recomienda reconsiderar viajar para evitar riesgos graves para la seguridad debido al crimen.
De continuar en ascenso los riesgos para la seguridad, podría pasarse al nivel 4 (do not travel o no viaje), que es el nivel más alto, debido a una mayor probabilidad de riesgos y amenazas a la vida, y además de la advertencia de no viajar, se recomienda abandonar el país lo más pronto que se pueda. Ese tipo de alertas afecta nuestro ya deprimido turismo, porque personas de ese país del norte son de las que más nos visitan y dejan más divisas, además, los ciudadanos de otras nacionalidades se abstienen de visitarnos al enterarse de esas alertas.
A Xela, la alerta departamental seguramente le afectará su raquítica actividad turística, porque también es un hecho de que en este municipio se ha incrementado la inseguridad y delincuencia, sin que la Municipalidad y la Gobernación den muestras de que les importa y estén llevando a cabo acciones concretas para revertir esa problemática. El municipio de Xela cuenta con su historia, cultura y naturaleza, que son atractivos para el turista nacional y extranjero, sin embargo, el turismo no ha logrado ser significativo, y razones las hay; además de la inseguridad y la delincuencia, por ejemplo: el abandono de la ciudad por parte de la administración municipal, que se evidencia con la suciedad, calles, monumentos, parques y edificios históricos invadidos por vendedores informales, estado de las calles y avenidas cada vez peor, medios de transporte inadecuados, ello a pesar de que la infraestructura para hospedarse y alimentarse ha mejorado. Creo que el sector privado ha estado haciendo su parte para impulsar el turismo, pero el Gobierno local y el Inguat muy poco es lo que hacen, o más bien, se constituyen como obstáculos con los trámites y requisitos que exigen a quienes quieren emprender nuevos negocios para aprovechar mejor esa actividad.
El turismo aporta aproximadamente el 10 % del PIB mundial, y muchos países han impulsado sus economías con esa industria. Nuestro país tiene mucho que ofrecer y mucho que ganar con la promoción al turismo, ojalá, luego de las elecciones del año entrante, tengamos autoridades de Gobierno central y local que entiendan de la importancia de esta actividad poco explotada y aprovechada para la economía nacional y familiar. Antes de votar, es importante conocer los planes de trabajo de los candidatos, y en este caso concreto, evidenciar qué propuestas tienen para impulsar industria turística.
Administrador público, economista, politólogo, abogado y notario, y profesor universitario.