Las autoridades de las organizaciones privadas aglutinadas en el Cacif han perdido la conciencia social. Hablan de responsabilidad social empresarial, pero, no todas las empresas cumplen con este principio».
Las asociaciones agrícolas han acaparado las mejores extensiones de tierras del territorio nacional. Han cultivado en estas tierras grandes extensiones de: algodón, café, caña de azúcar, cardamomo; y, otras extensiones las han utilizado para la crianza de ganado. El apogeo de la producción del algodón en la costa sur fue durante las décadas de los años setenta y ochenta. Si los empresarios de ese entonces hubiesen administrado estas fincas con visión de país y con visión de Estado −seguro−, hubiésemos avanzado hacia el desarrollo integral. Visión de país o sociedad, implica, pagar salarios dignos, velar por la alimentación balanceada y nutritiva, educación, brindar servicios de salud a los trabajadores, e implementar con tecnología moderna otras formas de producción. Pero, sucedió todo lo contrario, en estas fincas hubo explotación, trato indigno a los trabajadores en todos los aspectos. En muchos casos hubo tratos inhumanos. Ahora, casi ya no hay fincas algodoneras ¿Quiénes son los culpables? Los miembros del Cacif del sector agrícola, que solo explotaron las tierras y a los trabajadores.
Asimismo, el sector Agrícola del Cacif −que se dedica a la producción cafetalera− cada año recibe un aporte financiero del Gobierno, pero, casi seguro, que ese aporte solo queda en la cúpula de la administración de la Asociación Nacional del Café −Anacafé−. En cierta ocasión viajé a la Costa, visité a un pequeño caficultor, la extensión de su finca es de 60 cuerdas, le pregunté que si recibía apoyo de alguna institución del Gobierno u otra organización, me contestó que no. Entonces ¿Dónde quedan los aportes que traslada el Gobierno a este sector? Seguro, solo sirven para pagar exorbitantes salarios a los grandes empresarios del café y a sus altos dirigentes. Incluso, este sector ha solicitado apoyo adicional al Gobierno, cuando la producción del café ha sido afectada por alguna plaga, porque argumenta que es uno de los productos que genera mayores divisas al país.
Con la producción de la caña, sucede lo mismo, ahora es tecnificada la producción. Antes, esta producción generaba más fuentes de trabajo. En este sector sucede algo insólito, que el azúcar que exporta cuesta más barato que el de consumo nacional. Algo más, exigen a los gobiernos construir, pavimentar o reparar las carreteras por donde pasa la producción de caña, pero, con el paso de los grandes camiones, destruyen tan rápido la carretera, ejemplo: Retalhuleu a Champerico. Dos actos de justicia social deben practicar los cañeros: a) Que la mejor producción de azúcar quede en el país; y, b) Que el azúcar que consumimos los guatemaltecos sea más barato. Suena lógico.
Los sectores industrial y financiero, siguen explotando al país, ahora quieren expropiar tierras, amparados por la “legalidad” para las minerías. Nosotros, categóricamente hemos manifestado que no, porque sucederá lo mismo que las algodoneras. El sector financiero, con los depósitos de ahorro de los usuarios, paga una miseria de intereses, pero, con los préstamos, es una explotación. Amigo lector ¿Usted qué opina? ¿Cree que el Cacif ha contribuido al subdesarrollo del país? Señores del Cacif ¿No creen que debe prevalecer la justicia social en sus actividades económicas? Continuará…