Pero ¿en qué consiste la riqueza cultural de los pueblos indígenas? Va desde el reconocimiento de sus conocimientos, tradiciones, creencias, trajes, idiomas, gastronomía, formas de creer en un Ser Supremo, entre otros valores».
El 9 de agosto de cada año se celebra el Día Internacional de los Pueblos Indígenas, al respecto, António Gutérres, secretario general de las Naciones Unidas, manifestó, “en esta conmemoración anual, comprometámonos a hacer plenamente realidad la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, incluidos los derechos a la libre determinación y a sus tierras, territorios y recursos tradicionales”. En nuestro país, por todos es conocido, que del 100 % de los indígenas, el 80 % vive en la pobreza (porcentajes calculados por mí). Para confirmar o sustentar estos datos, sugiero observar ¿Qué grupos étnicos visitan a diario los hospitales públicos del país? Es la población indígena.
Ahora bien ¿Qué se observa en esta población? Entre otros aspectos, desnutrición crónica, baja autoestima, bajo nivel académico. En otro escenario donde se puede observar los efectos de la discriminación, marginación y explotación a la población indígena es en el área rural. En el área rural se observa la desnutrición, el desempleo, enfermedades crónicas, alcoholismo, niñas de 14 años con hijos, entre otros problemas.
Ahora bien ¿Estos problemas son el resultado de la casualidad o del destino? La respuesta categórica es: no. Es el descuido e incumplimiento de deberes del Estado en facilitar a sus habitantes calidad de educación y excelente atención en salud preventiva y curativa. Véase por ejemplo, en materia educativa, en la Constitución Política de la República de Guatemala, en su artículo 74, se señala: “Educación obligatoria. Los habitantes tienen el derecho y la obligación de recibir educación inicial, preprimaria, primaria y básica, dentro los límites de edad que fije la Ley. La educación impartida por el Estado es gratuita. El Estado promoverá becas y créditos educativos…”. Los habitantes tienen el derecho y la obligación de recibir educación, desde preprimaria hasta básico, pero, en un alto porcentaje de los establecimientos educativos no cuentan con docentes ni edificios escolares para impartir la educación inicial y preprimaria. En este caso, el Estado está dejando de cumplir con su obligación, pero, también la población, porque no exige el cumplimiento. Pero ¿Por qué la educación? Porque un pueblo educado es un pueblo con bienestar individual y social.
Un pueblo con educación integral y crítica es un pueblo que exige, pero también cumple con sus derechos y obligaciones. Entonces, el pueblo indígena está abandonado, excluido y discriminado en un 80 %. Con baja calidad educativa, ninguna persona y sociedad pueden acceder a mejores empleos y a una mejor calidad de vida. Entonces, es urgente hacer cumplir la Constitución Política de la República, tanto por las autoridades de Gobierno como por los habitantes. Recuérdese, la educación es un derecho, pero a la vez es una obligación. Con educación integral y crítica mejoraremos la calidad de vida en todos los aspectos y por consiguiente, construiremos un país más justo e incluyente.