Como si nada entre la rutina, la prisa y la pandemia del COVID 19, el año 2022 se acaba gota a gota, teniendo ya a las puertas un nuevo año que trae consigo retos para la población guatemalteca. El Estado tiene disponible una asignación presupuestaria de Ingresos y Egresos bastante grande y sin candados, lo que permitirá gastar a manos llenas, sin embargo, la SAT es quien tiene en la espalda la recaudación de ese monto.
Las campañas políticas están a aflorando desde los primeros días de enero, y veremos más presente a los políticos regalando playeras, gorras, láminas víveres, entre otras cosas, pero en la población esta el reto de dar seguimiento y documentar de donde o quienes están patrocinando las campañas políticas.
Otro reto que tiene la población es darle seguimiento a las mega obras que se están construyendo en todo el país, en Quetzaltenango, casualmente a finales de 2022 y principios de 2023 se están levantando carreteras que no estaban mal y se dejan en abandono calles y avenidas por las que no se puede transitar porque están totalmente deterioradas.
La población tiene el reto también de despertar del letargo en que se encuentra ya que por la rutina no se han dado cuenta del abandono total en el sistema de salud Estatal, en donde muchas veces los enfermeros y doctores tienen que dar dinero de su sueldo para comprar insumos, medicinas y cubrir las emergencias con tal de cumplir el juramento que hicieron de defender la vida, mientras en otras instituciones se dan contratos a empresas privadas que venden con sobrevaloración los servicios de salud.
Un reto grande es el de la reestructuración del Ministerio de Educación, el cual ya quebró con los costos pactos colectivos que han firmado sus autoridades con tal de tener contentos a los sindicatos para que los dejen saquear al MINEDUC, sin importar la calidad de educación que están impartiendo a los niños, especialmente en el área rural.
Uno de los retos más importantes y que necesitan realmente encausarse es la seguridad, ya que a diario se ve en las noticias que el crimen organizado, la delincuencia y las maras tienen de rodillas a la población extorsionando, asesinando a la población civil, los índices de homicidios de mujeres aumentaron significativamente en 2022.
Y, por último, un aspecto importante es fomentar en todos aspectos la cultura de denuncia ciudadana, ya que en la mayoría de los casos los usuarios de los servicios públicos o quienes son testigos de malos tratos, saqueos o robos del erario público se doblegan ante el sistema para despedidos de su trabajo o que les dejen de prestar el servicio que necesitan.
Ahora que se acerca un año electoral se les caerá la máscara a muchos políticos y se verá realmente de que lado están, y queda en la población el aceptar o rechazar que sigamos cayendo en una espiral sin fondo o que poco a poco podamos salir adelante como país.