Todo el mundo está a la espera de una de las fechas más importantes del año, la Navidad; muchos la esperan por diversas razones, que porque la economía se incrementa, que por los tradicionales convivios entre los amigos, la visita de la familia, que las vacaciones, en fin, cada persona tiene sus motivos por los que prefiere la época decembrina.
Y es que nuestro país es rico en tradiciones, las cuales podemos disfrutar. Nuestra querida Santa Lucía Cotzumalguapa no está al margen de toda esa riqueza cultural, puesto que en diciembre se viste de gala con su feria patronal, donde ofrece diversión para grandes y pequeños.
Algo lamentable sucede, y es que en muchos se ha perdido el verdadero sentido de la Navidad, puesto que, así como la economía crece, así mismo crece el índice de robos, asesinatos, accidentes; muchos de ellos provocados por la imprudencia de personas que irresponsablemente conducen bajo efectos del licor, sin medir consecuencias, lo anterior llena de dolor y repudio muchos hogares guatemaltecos, lo que no permite a muchos vivir en paz estas fechas.
A lo anterior se le suma la incapacidad del Estado de brindar las condiciones mínimas de seguridad a los pobladores, lo que permite a los delincuentes operar sin el menor temor.
Pero, no todo es culpa del Estado, puesto que el amor, el respeto por la vida, los lazos de fraternidad se han dejado de lado dentro de las familias mismas, algunos guardan rencores entre hermanos, y si revisamos las últimas noticias, hasta entre hermanos se han quitado la vida por razones estúpidas que ponen de manifiesto que muchos seres humanos viven como bárbaros, sin temor de Dios.
No todo está perdido, los seres humanos somos seres cambiantes, y el momento oportuno es ahora, debemos tomar esta hermosa época como un tiempo de reflexión, donde podamos reencontrar el verdadero sentido de la vida y fortalecer entre la familia y amigos los lazos de hermandad que se han desvanecido. Debemos fomentar en las nuevas generaciones una cultura de paz, y dar ejemplo de armonía a los niños y jóvenes para que podamos generar cambios a corto plazo.
Como escribe el famoso rey David en uno de sus Salmos “Mirad cuan bueno y delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía”. Ese debe ser el verdadero sentido de la Navidad, disfrutar en compañía de familia y amigos, de dar una mano amiga a quien lo necesite, de amarnos los unos a los otros, solo apelando a la paz lograremos vivir una ¡Navidad donde reine la paz y el amor!
Que la luz de Dios brille en los hogares y que el nacimiento del niño Jesús haga renacer el amor y la paz que tanto estamos necesitando.