NUESTRA ÉPOCA
La relación entre la realidad y la ficción es en un sentido figurado una simbiosis, ambas sacan provecho de sí, la realidad da lugar a la ficción y la ficción a la realidad, en un punto en el que incluso se pueden confundir. En la década anterior, los programas de telerrealidad alcanzaron importantes audiencias.
Mientras, en la política, antes, pero sobre todo ahora, en el actual proceso electoral, la realidad parece muy cercana a la ficción. Para ver lo que ha ocurrido en el país se pueden encontrar semejanzas en House of cards, salvando las distancias (la primera serie de televisión web que recibió premios y nominaciones importantes).
En la ficción, es tomado con asombro, interés y hasta afición por la historia, pero cuando se da en la realidad, es lamentable y preocupante cómo la ambición de poder mueve a los personajes políticos para llegar a algún puesto, y el abuso de poder y la función pública les sirven para hacerse una imagen política. Es difícil establecer hasta dónde la serie retrata la realidad y hasta dónde la realidad ha querido retratar la ficción, pero en ambos casos, hay políticos capaces de todo con tal de alcanzar el poder: engañar, aprovecharse de un puesto, destruir a otros, desacreditar, ser cínicos, usar al sistema, hacerse las víctimas, ser desleales con sus amigos, mentir, venderse, y hasta (al menos en la serie) matar, solo que a veces no lo vemos o no queremos verlo.
El drama televisivo político, que se basa en un congresista de Estados Unidos, quien en sus ansias de poder hace todo por llegar a la Presidencia, fue creado a partir de la obra del mismo nombre del inglés Michael Dobbs, y ha tenido tanta fama que incluso cuenta con diversos análisis y en internet se pueden encontrar “las mejores frases y sus enseñanzas”.
Frank Underwood, el despiadado político que se planteó alcanzar la más alta esfera de su país, a costa de todo y con acciones al margen de la ley, parece tener su símil en la política guatemalteca, que está en las vísperas de un incierto proceso electoral, pero igual de emocionante que la serie.