El Ministro de Finanzas Publicas presento “Plan de Reactivación Económica”, en el no se menciona el combate a la pobreza, la desnutrición, inversión en educación y salud. Algunos se preguntaran ¿Qué tienen que ver estas tres variables en la reactivación económica. Antes de entrar al análisis solo déjenme decirles que las empresas serias y responsables a nivel mundial no van a invertir en un país en donde el 60% de su población no tiene más de dos dólares diarios para consumo, tampoco le es rentable la mano de obra débil producto de una mala nutrición en la niñez. Estas empresas buscan personal calificado, que goce de buena salud. Por el contrario las empresas que quiere atraer el gobierno para que inviertan en territorio nacional son aquellas que buscan “Mano de obra barata y exoneración de impuestos”.
A corto plazo está bien que el plan incluya como prioridad la generación de empleo. Para ello debe proveer de recursos a la población para el consumo. Sin embargo la apuesta del gobierno se centra en disminuir el salario mínimo y exonerar de impuestos a las empresas. En esta acción el sacrificado es el trabajador. Si su salario es bajo, sobre este paga el Impuesto al Valor Agregado, ahora pretenden subir el impuesto a los combustibles, ya sea en moto, bus o vehículo, el que lo va a pagar es el trabajador. Si su salario es medio, además de IVA, paga ISR, impuesto al combustible, pero si se le ocurre construir su casa o remodelar la que tiene, de premio por su esfuerzo, un incremento al impuesto del cemento.
Con un presupuesto de Q99 mil 700 millones es difícil pensar en que el país saldrá de la crisis en la que se encuentra. En primer lugar porque no existe ninguna estrategia encaminada a la austeridad en el gasto público. Por el contrario en los primeros meses del gobierno se incrementó la contratación de asesores en el renglón 029, solo en el Ministerio de Cultura se hicieron más de 900 contratos, a esto sume el costo elevado e improductivo del llamado “Centro de Gobierno”, mismo qué, realiza actividades que son responsabilidad de los ministerios. Si eso fue al inicio, imaginemos el futuro. Con el pasar de los meses, los contratos profesionales de personal del sector público se incrementa, finalmente hay que pagar los favores políticos.
Para el año 2021 nos espera, con el proyecto de presupuesto, más endeudamiento. Los ingresos tributarios, con las acciones actuales, difícilmente llegaran a ser superiores a los Q60 mil millones, un déficit de Q39 mil millones. Sin embargo, a pesar de los reveladores estudios, en donde se revela de manera contundente un monto de Q40 mil millones, solo en concepto de evasión fiscal, (lo que se deja de pagar en concepto de IVA e ISR), sin agregar el monto por evasión aduanera tributaria, otros Q10 mil millones, súmele Q18 mil millones de gastos tributario (exenciones y exoneraciones, sobre todo a las exportaciones, maquilas, empresas de cemento, licores, entre otros). Ah, pero el plan de la Superintendencia Tributaria centra sus ojos en el incremento de impuestos al consumo, conformándose con una recaudación proyectada de Q2 mil millones. O están ciegos, o se hacen los ciegos.
Sin un dialogo, con la participación de todos los sectores, pero por favor, todo; las cámaras empresariales, los profesionales independientes, las universidades, los colegios de profesionales, los institutos de investigaciones, y quién se quiera sumar a este, será imposible definir las prioridades y por ende las acciones.
El plan presentado por el gobierno para la reactivación económica tiene como destinatario a los grandes empresarios, no incluye una solución a los grandes problemas de la población, por ende, está destinado al fracaso.
Profesor universitario, académico, profesional de las Ciencias Económicas.