Recientemente se hizo pública la noticia de que entre los migrantes fallecidos en el furgón abandonado en Texas EEUU se encontraron 22 guatemaltecos de diferentes departamentos como San Marcos, Sololá, y Guatemala entre otros.
Es de conocimiento público que los migrantes en su mayoría adquieren grandes deudas hipotecarias, fiduciarias o prendarias para poder pagar el precio que cobran los traficantes (coyotes) para llevarlos a cruzar las fronteras de México y llegar a su destino final que es Estados Unidos. Ante este escenario existen varias incógnitas que quedan flotando en el ambiente.
Como punto de partida una razón que tienen las personas para pensar en migrar a otro país es buscar mejores oportunidades laborales que se traducirán con el tiempo en mejorar sus condiciones económicas para ellos y sus familias mejorando condiciones de vivienda, educación, acceso a vehículo, y salud entre otras necesidades, es decir no tienen los recursos económicos necesarios, las oportunidades laborales o el capital para emprender un negocio del cual es posible que serían sujetos de extorciones.
No basta solo con perseguir y endurecer las penas para los traficantes de personas, además debe investigarse todo el andamiaje que permite y facilita la migración irregular; porque los connacionales que deciden viajar a otro país en busca de oportunidades laborales necesitan pagar sumas considerables de dinero que obviamente no tienen, entonces, es aquí en donde se encuentra el primer punto de análisis.
En varias entrevistas e información pública los familiares de los fallecidos han dado a conocer que en su mayoría el viaje se financio con préstamos hipotecarios y que comprometieron con deudas hipotecarias, recordemos que el sistema financiero nacional procura y exige por medio de la Intendencia de Verificación Especial de la Superintendencia de Bancos que se tengan ciertos controles sobre el flujo y movimientos de efectivo en las instituciones financiaras sujetas a supervisión.
Es de conocimiento público que para adquirir un préstamo y comprometer una deuda hipotecaria en el sistema financiero nacional o cooperativas federadas es indispensable llenar una serie de requisitos, además la entidad debe conocer en que se utilizará ese dinero que se está prestando, para garantizar que el crédito si será cancelado y no se convertirá en una cartera morosa.
¿Entonces, quien está financiando a los migrantes? Existen muchas posibilidades, una de ellas es que sean usureros particulares vinculados a actividades ilícitas, cooperativas no federadas ni supervisadas que han proliferado y cuyo capital es de dudosa procedencia, y, en pocos casos que connacionales que se encuentran fuera del país financien el viaje de sus familiares que quieren viajar.
Ante este escenario se puede evidenciar que el problema de la migración no genera ingresos solo a quienes facilitan y procuran el paso de migrantes de manera irregular sino a todas las personas que participan y viven de estas actividades a costillas del sufrimiento y necesidad de las personas.