Una nota para ella, que cada día se enfrenta a la rutina, a la lluvia de emociones inexplicables y al amor infinito que habita en su corazón.
Lo estás haciendo bien, aunque en tus pensamientos cuestiones cada uno de tus movimientos, aunque a tu alrededor no falten las críticas y sugerencias sobre cómo debes hacer cada cosa en la maternidad. Sigue adelante, sigue fallando y sigue acertando. Que ser madre es una lucha constante, es batallar con tus propias emociones y aún así estar fuerte frente a tus hijos, frente al espejo y a toda la realidad que te rodea.
Qué difícil conciliar el sueño cuando llega una enfermedad, mamá siempre está lista para curar y toda la noche acompañar. Que poder tan especial contiene su ser, que es capaz de sanar heridas con besos y canciones improvisadas de amor.
Querida mamá, lo estás haciendo bien, y aunque parece que no hay tiempo para ti, para cuidarte y consentirte, que hay momentos donde parece que tus sueños seran enterrados en un baúl, no pierdas la fe, por favor, cree en Dios y también cree en ti. Encuéntrate en cada oportunidad, no te abandones, la maternidad es hermosa y a la vez un caos, pero solo tú tienes la capacidad de cumplir con el privilegio de ser mamá.
Todo es posible para ellas, porque no hay un amor tan incondicional que el de una mamá que ama, hasta la eternidad y recuerda que en los pequeños detalles está, el poder de tu imagen.