Desde la antropología, el hombre es un ser que nace en un contexto particular con costumbres y hábitos propios. Y todo lo que aprende en ese contexto, influye en su manera de pensar y actuar en el tiempo presente. Todos somos hijos de una cultura.
Filosóficamente, los seres humanos cada día podemos aspirar ser mejores. Una piedra no puede ser mejor piedra, pero un hombre, una mujer, siempre puede ser mejor, porque somos seres evolutivos.
Desde la pedagogía, el hombre es un ser educable. No hay Ningún otro ser que pueda ser educado. El hombre es el único animal racional que puede ser educado para construir una mejor sociedad. La educación es una herramienta fundamental para que el hombre aprenda a vivir en sociedad y sea feliz. No es suficiente ser instruido; lo esencial es que la educación transforme nuestra personalidad.
La psicología nos recuerda que el hombre es un ser con emociones y sentimientos. Pero además es un ser que puede modificar sus creencias aprendidas en el pasado. Todos tenemos creencias sobre temas como la muerte, el matrimonio, entre otros. Y las creencias que uno tenga sobre estos temas será determinante en la manera cómo superará estas ausencias.
Según la ética, el hombre es un ser que puede conducirse en la vida con valores o con antivalores. Se espera que todos los hombres y mujeres se conduzcan en la vida con valores. La decisión la hace cada uno, puesto que somos libres. Bien afirmaba Hegel: ser libre no es nada, hacerse libre lo es todo. Cuando se tiene la oportunidad de elegir entre el bien y el mal, y uno elige el bien, ahí realmente libre.
Una perspectiva que no se puede olvidar es la teología. Según la teología todos somos hijos e hijas de Dios. Nuestro origen es Dios. De Dios venimos y a Dios volvemos. Es importante que el hombre y la mujer del siglo XXI pongan a Dios en la primera página de su vida. La vida humana sin Dios puede convertirse en una pesadilla.
Lo cierto es que el hombre es un ser problemático. Es una substancia individual de naturaleza racional (Boecio). Tiene que tratar la manera de enfrentar los desafíos que se le presenten en el viaje de su vida con valentía y entusiasmo. La problematicidad del hombre tiene que ayudarle a enfrentar la vida con coraje.
Zibiri, (2012) expresa que “el hombre es siempre el mismo, pero nunca lo mismo”, es decir, mi esencia es la misma, mi materia prima es la misma, pero siempre estoy en constante cambio, “todo fluye” (Heráclito). Nuestra esencia es siempre la misma, pero nuestra manera de pensar, sentir y actuar es siempre diferente.
El hombre se orienta hacia el mundo que está ahí afuera, y estando en ese mundo, se interesa por dar sentido a las cosas. Frankl, menciona la “psicología de altura”, según la cual, el hombre trata de darle sentido a todas las situaciones que se le pongan por delante. A esta necesidad humana, se le llama “deseo de significado”, el cual se refiera a lo que una situación dada significa para una persona en concreto, (Frankl, el Hombre en busca de sentido). Una vida con sentido se disfruta y goza mejor. ¿Cuáles son sus razones para dar lo mejor de usted durante este año 2021?
Dios es el motor principal de mi vida, me gustan los retos. Soy amigo de la verdad y enemigo de la hipocresía.