Conforme han pasado los años, han surgido nuevos conceptos definidos por problemas que se han generado en la salud mental del ser humano. Estas nuevas enfermedades mentales han ido resultando conforme ha aumentado la interacción con dispositivos móviles y, por ende, la disminución de la interacción sana con otros seres humanos de forma directa.
Como consecuencia, ha surgido el “ghosting”, que proviene del inglés “ghost”, que significa fantasma. Esta circunstancia toma el mencionado nombre considerando que es el acto de que una persona desaparezca y corte toda relación con la otra persona sin ninguna explicación.
Una persona que recurre al ghosting es alguien que realiza este acto porque puede tener miedo, inseguridades y/o falta de habilidades comunicativas. En pocas palabras, son problemas de personalidad del individuo que no sabe cómo enfrentar.
Las causas del ghosting pueden surgir por diferentes motivos. En ocasiones, no saben enfrentar discusiones o conversaciones incómodas y es más fácil desaparecer. También puede ser por miedo a ser juzgado negativamente, tener una sobrecarga emocional que no pueden enfrentar por sí mismos, falta de compromiso, haber vivido ghosting anteriormente, estrés, inseguridad personal, deshumanización o la normalización de vivir relaciones a través de medios digitales, generando una falta de empatía por los demás e ignorando y desvalorizando los sentimientos de las otras personas.
Como resultado, la persona que ha sufrido ghosting puede enfrentar emociones difíciles como ira, tristeza, frustración, confusión, dudas sobre sí mismo, entre otras. Esto se puede agravar considerando que la persona no comprenderá lo sucedido y puede terminar culpándose a sí misma. Esto puede dañar la autoestima de una persona hasta el punto de llegar a la depresión. Para tratar esta situación, la persona debe visitar al psicólogo, evitar personas que no puedan brindar relaciones saludables, no culparse, valorar su autoestima y pasar tiempo con personas mentalmente sanas.