Estamos inmersos en una realidad compleja, en la que pasa un poco de todo. Dele un vistazo a su vida académica, familiar, laboral, religiosa y afectiva. En cada una de estas áreas hay retos y desafíos a vencer. Estas áreas son importantes, porque influyen en nuestra vida. Visualice esa realidad, use sus cinco sentidos para tomar conciencia de ella, luego reflexione en qué es lo que se necesita para transformar esas dimensiones de su vida.
A nivel académico, piense en esa carrera que un día comenzó y que nunca terminó. ¿Por qué no comienza? ¿Qué le impide no retomar esos estudios? Por otro lado, para quienes aún estudian, ¿Qué les hace falta para mejor su promedio académico? A veces el fracaso académico se debe a la falta de disciplina académica, y no tanto a la falta de inteligencia y de recursos. Mejorar el nivel académico nos hace mejores profesionales.
En cuando a la dimensión laboral ¿Está dando lo mejor de sí mismo, de sí misma? El trabajo es una oportunidad que pocos tenemos para poner en práctica nuestros talentos; pero a veces, no los ponemos a funcionar en esa empresa o negocio en donde laboramos. Reflexione también sobre qué tanto disfruta ese trabajo. Si no lo disfruta, es mejor pensar en otras opciones.
La dimensión familiar es clave en la vida también. Sin ese apoyo y cariño familiar, la vida no tiene el mismo sabor. Cuando hablo de familia, me refiero a su familia de sangre, pero también a esos seres queridos que estando lejos, están cerca a través de un mensaje o una llamada telefónica. Ahora en tiempo de Coronavirus es difícil estar juntos. Pero hay otras formas de expresar esos sentimientos de amistad y cariño por parte de la familia. Dependiendo del amor que se respire en la familia, así será también el rendimiento en el trabajo.
Los afectos, las emociones y los sentimientos influyen grandemente en nuestra vida personal. De vez en cuando es recomendable evaluar nuestras emociones y sentimientos. No siempre existen en nosotros sentimientos agradables, por lo que es esencial pasarlos por varios filtros para que no nos hagan daño y no hagamos daño a los demás. Una vida sin amigos, sin amigas y sin cariño no tiene sentido. Por lo tanto, déjese amar. No tenga miedo de expresar lo que siente por los demás. Que las costumbres culturales no sean un impedimento para decirle al mundo que nacimos por amor, para ser amados.
No hay que olvidar que la creencia en un Ser que ha creado cuanto existe, influye en nuestra vida y le da sentido a la existencia humana. Hay libertad religiosa. Cada uno es libre de creer o no creer en Dios. Pero para quienes profesamos una religión, Dios es ese “motor inmóvil y acto puro” (Aristóteles); Dios es ese “maestro interior” (San Agustín) que nos enseña a vivir en la verdad y en el amor. ¿Cuál es el papel de Dios en su vida? ¿Qué concepto tiene de Dios? Nunca olvide que seguimos a un Dios cercano, que me ama tal cual soy.
Para estar al tanto de lo que está pasando en su vida, elabore un Pequeño Proyecto Personal de Vida. Para cada una de las dimensiones, escriba un objetivo y cómo lo cumplirá. Por ejemplo: en mi dimensión afectiva quiero “superar la pérdida de un ser querido, para disfrutar mejor el don de la vida con los vivos que me quedan”. Este es mi objetivo. ¿Cómo lo haré? Bueno, cambiando de lugar sus cosas, yendo al psicólogo, etc. Haga el esfuerzo por hacer todo lo que está en sus manos para disfrutar mejor el regalo de la vida.
Dios es el motor principal de mi vida, me gustan los retos. Soy amigo de la verdad y enemigo de la hipocresía.