De una o de otra manera estamos familiarizados con las Auditorías, sea como sujetos de auditoría o como auditores, existen principios básicos que no deben perderse de vista para que los resultados de auditoría tengan credibilidad, especialmente al realizar una auditoría a los estados financieros.
La NIA 200 se creó con el objetivo de brindar las herramientas para que el auditor aumente el grado de confianza para los usuarios de la información. Esta confianza se obtiene por medio de la opinión emitida en los informes del auditor, en los que existen datos importantes sobre la fiabilidad de la información encontrada en los estados financieros; dicha información describe si estos cumplen o no con los marcos técnicos normativos de información financiera y si responden a los principios contables.
En el proceso de auditoría se debe recopilar información y documentar el proceso a través de evidencias que permitan soportar la opinión del auditor, con tal fin, se requiere que este tenga una seguridad razonable (es decir un grado de seguridad alto pero no absoluto) para respaldar esta opinión y que esta sea más convincente hacia los administradores y responsables de gobierno corporativo, porque la idea es minimizar el riesgo de dar una opinión inadecuada.
En ese sentido algunos auditores al realizar auditoria de estados financieros vuelcan todo su esfuerzo solo en evaluar y evidenciar hallazgos de control interno olvidando lo principal que es la evaluación y dictamen de la contabilización e información financiera contenida en los estados financieros induciendo a error a los usuarios del dictamen de auditoría.
Dentro de los procedimientos que no pueden vulnerarse se pueden mencionar el de la evidencia ya que si el auditor quiere hacer algún señalamiento debe buscar y respaldar la evidencia que dará soporte a la auditoría, en este sentido no pueden imponerse hallazgos por falta de evidencia que el auditor no buscó ya que esto no sería una actitud imparcial ni objetiva.
La NIA 500 evidencia de auditoría fundamenta cuáles son las responsabilidades del auditor en cuanto a la obtención de la evidencia suficiente y adecuada. Para alcanzar este objetivo, es necesario acudir a diferentes fuentes que sirvan para hallar información u obtener datos relevantes que complementen el documento. Por ejemplo, podría ser auditorías anteriores o una fórmula que combina diversas técnicas como la inspección, observación, confirmación, recalculo, rendimiento y procedimientos analíticos e investigación.
Todo debe de estar documentado que los resultados, su evaluación y la conclusión basados en evidencia de auditoría sean suficiente y apropiados para verificar o no la aserción y de paso respalda la opinión del auditor. Es por ello que tanto el auditor como los auditados tienen que tener la certeza de que la auditoría se realizó con todo el marco normativo de las NIA, con objetividad, adecuada comunicación con los responsables del gobierno de la entidad, delimitación clara de responsabilidades de acuerdo a los cargos y vigencia en el tiempo y estableciendo un alcance real, esto para garantizar un trabajo de auditoría de calidad.