Cada semana, día y hora, el MP de Consuelo Porras y Curruchiche nos sorprende a los guatemaltecos de a pie con cosas raras, fuera de toda lógica legal y moral, hasta el embajador de Colombia ante la OEA aseguró -en su intervención ante ese foro continental- que no sabía si reír o llorar, por las declaraciones absurdas y tontas del fiscal Curruchiche. Es simple y llanamente las ganas de joder y poner en peligro la institucionalidad del país.
Todos los guatemaltecos normales -con capacidad de análisis, con visión de futuro, dispuestos a echarle ganas para sacar adelante a nuestro país-, vemos que el gato tiene cuatro patas, pero, esta dupla de sinvergüenzas -Dios los crio y el diablo los juntó-, ven cinco patas al gato y juran que son cinco patas. Junto a los guatemaltecos, están los observadores internacionales, OEA, ONU, parlamento europeo, auditores del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey, México, etc., y todos casi al unísono dicen que, no hubo fraude en los comicios de la primera y segunda vuelta electoral, no es legal la judicialización de la política en el país. Otros, dan un mensaje más contundente, por ejemplo, el Parlamento Europeo, con una amplia mayoría resolvió emitir una resolución sobre la situación del país en materia de Estado de Derecho, es decir, en peligro de extinción la democracia, independencia judicial, pluralismo político y libertad de expresión. El Secretario General de la OEA, dijo: “El proceso de transición tiene sus amenazas.” “la criminalización de un partido político … es muy inconsistente jurídicamente”. Es que, sin darnos cuenta, estamos bien fregados; en estos últimos días nos absorbió el espíritu de la falsa libertad, independencia y soberanía del 15 de septiembre.
A ese respecto, aplaudo la decisión del presidente electo Dr. Bernardo Arévalo de retomar el proceso de transición administrativa -palabras de él- con el equipo de Giammattei -personaje que jamás fue presidente de los guatemaltecos.
Las investigaciones, denuncias, allanamientos, ordenes de captura, requerimientos y otras tantas pendejadas que se le ocurra a estos que Dios creo, pero el Diablo los juntó, seguirán hasta el día que se vayan -ya sea porque se dieron de su malévola actitud o porque se venció el tiempo de sus nombramientos-, pero de que se van se van.
La importancia que se retome el proceso de transición administrativa deriva porque el equipo entrante debe conocer en qué caja, archivo o gaveta está tal o cual carpeta -parafraseando-, hemos visto en otras ocasiones, que ni el sacapuntas o basurero dejan los inquilinos de la casa presidencial y de las oficinas ministeriales. Pareciera chiste, pero, es cierto. Está claro que, ese tanate de hojas impresas que corresponden al quehacer de las 53 instituciones del Estado entregadas por Giammattei, a los guatemaltecos de a pie, no nos dice nada, porque al final de cuentas, nunca nos dijeron dónde está el dinero de los prestamos hechos en el año 2020 que sumaron más de 13 mil millones de quetzales, repartidos en 10 programas, pero ni modo, hay que recibirlos, leerlos, analizarlos, interpretarlos y luego darlos a conocer a la ciudadanía en un término que no exceda los 30 días.
Es importante e imprescindible que el binomio presidencial electo, deje en manos de su equipo legal y técnico todo lo relacionado a la judicialización del partido Movimiento Semilla, porque la tarea es grande y deben ocuparse de los asuntos que les atañe de acuerdo a los artículos 183 y 191 de la Constitución Política de la República.
Hasta donde tengo uso de razón, ningún presidente electo ha tenido tanto respaldo de la población y de la comunidad internacional, como este binomio recién electo, para muestra un botón, la asistencia de miles y miles de ciudadanos en la plaza de los derechos humanos en la ciudad capital y en varias plazas del interior de la república el día lunes 18 de los corrientes.
¡El pueblo es el soberano y el pueblo ya habló y los corruptos deben apartarse porque Guatemala florecerá!
Contador público y auditor, docente universitario y ex alcalde comunitario.