En ocasiones, personas se acercan para preguntarme: ¿Cuál es la mejor posición sexual?, porque se cree falsamente que una diferente posición sexual puede ser como ese toque mágico que una pareja necesita para mejorar su vida sexual.
Es importante hacer mención que desde hace miles de años, los seres humanos han encontrado espacios a través de pinturas rupestres, textos antiguos, cerámica, entre otros, para poder dejar plasmado de alguna manera las diferentes posiciones sexuales que en su momento practicaban.
Se ha creído que la posibilidad de realizar las posiciones sexuales más complicadas es sinónimo de que el placer sexual será más profundo. Sin embargo muchas veces esto es falso. Cuando hablamos de una pareja que tiene vida sexual plena, es a través del dialogo y la complicidad, que pudieron descubrir las mejores posiciones y variantes sexuales que les ayudan a conseguir satisfacción sexual.
Existen sentimientos de frustración porque se quisiera que la pareja acceda a tener posiciones sexuales que algunas veces no son posibles sin un entrenamiento casi “gimnástico”, creen erróneamente que esto es la base de los problemas sexuales de la pareja.
Hay que considerar para las posiciones sexuales que se puedan practicar, varios aspectos: el tamaño del hombre y el de la mujer, si alguno tiene alguna incapacidad física, enfermedades como hipertensión, infartos del miocardio, por mencionar algunas, si la mujer está embarazada, si el hombre tiene eyaculación precoz, si existen vaginismo o dolor al tener vida sexual, podemos encontrar en las posiciones sexuales orientadas una oportunidad para poder continuar con vida sexual satisfactoria.
La mejor posición sexual es aquella que genera: un buen punto de apoyo, que permita movimientos libres, que pueda tener variaciones de ángulo (una pequeña variación del ángulo puede significar el orgasmo), sin embargo lo más importante para convertir cualquier posición sexual en una preferida por la pareja es haber practicado varias veces.
Se aplica el principio: “la practica hace al maestro”, aunque vale la pena eventualmente tratar de imaginar nuevas posiciones dentro de la pareja, para darle variedad, siempre y cuando los dos estén de acuerdo y se tomen el tiempo de practicarlas, convirtiéndose este tipo de ejercicios sexuales en una oportunidad para mejorar la comunicación honesta de la pareja indicando cada uno su punto de vista. No podemos compararnos con otras parejas, ¡es importante!, porque somos seres singulares, con gustos, con oportunidades diferentes. Es importante descubrir lo que nos hace únicos como pareja. En la práctica sexual se necesita, tiempo, repetición, comunicación, innovar para mantener la pasión de la pareja.
“En el amor siempre hay algo de locura. En la locura siempre hay algo de razón” Nietzsche
Experta en sexualidad, derechos sexuales y reproductivos. Médica General, con especialidad en Ginecología y Obstetricia. Tiene una Maestría en Sexualidad Humana.